El Gran Plan de Ivannia
Había una vez en una pequeña ciudad, una niña llamada Ivannia que soñaba con tener su propia empresa. Desde muy chica, le encantaba organizar cosas, hacer listas y ayudar a sus amigos a resolver problemas. Un día, mientras estaba en el parque, escuchó a un grupo de niños discutiendo sobre cómo hacer una feria para vender sus manualidades.
"¡Yo quiero vender mis pulseras!" - dijo Sofía, entusiasmada.
"Pero necesitamos un plan. Hay que organizarlo todo" - agregó Lucas, algo confundido.
Ivannia, al escuchar la conversación, se acercó con una sonrisa.
"¡Hola, chicos! Si quieren, puedo ayudarles a planear la feria. ¡Tengo un par de ideas!"
Los niños miraron a Ivannia, curiosos por saber qué tipo de ideas tenía. Así que se sentaron en el césped y ella comenzó a explicarles la importancia de organizarse.
"Primero, necesitamos decidir qué venderemos. Sofía, vos podés encargarte de las pulseras. Lucas, ¿qué tal si armás un stand de dibujos? Y yo me encargaré de hacer brochures para que la gente sepa de qué se trata la feria."
Los niños asintieron emocionados.
"¡Sí! Pero... ¿y cómo hacemos para que venga más gente?" - preguntó Lucas.
Ivannia se frotó la barbilla pensativa.
"Podemos hacer afiches y repartirlos en la escuela y en el vecindario. Así más gente se enterará" - dijo, y en su mente empezó a organizar todos los pasos necesarios para que la feria fuese un éxito.
Durante las semanas siguientes, Ivannia se encargó de coordinar todo. Hizo listas de tareas, estableció fechas y se comunicó con los papás para pedirles ayuda. La feria estaba tomando forma. Pero un día, mientras organizaban el espacio para el evento, un fuerte viento sopló y voló muchos de los afiches que habían colgado.
"¡Ay no!" - exclamó Sofía.
Ivannia, viendo que sus amigos estaban decaídos, buscó cómo motivarlos nuevamente.
"No se preocupen. ¡Podemos hacer nuevos afiches! Pero esta vez, invitemos a los otros niños a participar y a vender sus cosas también. Cuantos más seamos, más divertido será!"
Los niños se miraron entre ellos, y sonrieron, listos para trabajar juntos de nuevo. Así, no solo hicieron nuevos afiches, sino que también hablaron con otros niños del barrio, y al final, la feria se hizo un gran evento donde todos vendieron sus creaciones.
Cuando llegó el día de la feria, el parque estaba repleto de familias y niños. La risa y la alegría inundaban el lugar. Al final del día, mientras contaban cuánto habían vendido, los niños se dieron cuenta de que no solo habían vendido cosas, sino que también habían hecho nuevos amigos y aprendido a trabajar en equipo.
"Ivannia, ¡sos una genia!" - dijo Lucas al mirar la mesa llena de pulseras y dibujos.
"Sí, gracias a vos todo salió perfecto" - dijo Sofía, dándole un abrazo.
Ivannia sonrió, y comprendió que la clave de todo había sido la organización y el trabajo en equipo.
"¿Quieren hacer esto de nuevo el próximo mes?" - preguntó.
"¡SÍ!" - gritaron todos al unísono.
Y así, con la amistad, la creatividad y la buena organización, Ivannia y sus amigos continúan realizando ferias, aprendiendo sobre cómo funciona el mundo y lo que significa ser parte de un equipo. Nunca olvidaron la lección más importante: que con un buen plan y la ayuda de los demás, ¡se podían alcanzar grandes sueños!
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.