El Gran Robo del Bosque Encantado
Había una vez, en un bosque encantado donde todos los animales vivían en armonía, un pequeño zorro llamado Zorrito. Zorrito era muy travieso y siempre quería tener lo que no le pertenecía. Un día, mientras paseaba, vio algo brillante entre los arbustos. Era un hermoso collar de perlas que pertenecía a la elegante perdiz Perla.
"¡Mirá lo que encontré!" - gritó Zorrito, emocionado al mirar el collar.
Pero en lugar de devolverlo, decidió quedárselo. "Perla nunca lo extrañará", pensó Zorrito y se lo colocó orgullosamente en su cuello. Desde ese día, Zorrito comenzó a mentir a sus amigos para ocultar su robo.
"¡Qué collar tan bonito!" - dijo su amiga la tortuga Tula.
"Lo encontré en el río, es un tesoro que me regaló el rey de los ríos" - mintió Zorrito, con una sonrisa orgullosa.
Los días pasaron, y aunque Zorrito disfrutaba de su nuevo collar, comenzó a sentir una especie de peso en su corazón. Uno de esos días, Zorrito se topó con Perla, quien lucía triste.
"¿Qué pasa, Perla?" - preguntó Zorrito.
"He perdido mi collar, es muy especial para mí" - respondió Perla, con sus ojos llenos de lágrimas.
El zorro sintió un nudo en la garganta, pero decidió no confesar la verdad. En cambio, dijo:
"No te preocupes, Perla, seguro que aparecerá."
Sin embargo, cada vez que Zorrito se miraba al espejo, el collar le recordaba su mentira. Decidió que debía hacer algo grande, así que organizó una fiesta en el bosque.
"Invitaré a todos los animales y les mostraré el collar. Tal vez así pueda olvidarme de lo que hice" - pensó.
El día de la fiesta, todo el bosque estaba emocionado. Zorrito se esforzaba por hacer parecer que todo estaba bien, mostrando su collar brillante a todos. Sin embargo, durante la fiesta, un viejo búho, llamado Sabio, se acercó a Zorrito.
"Zorrito, veo que llevas algo muy especial, pero siento que no te pertenece."
Zorrito, sintiendo una punzada de culpa, tartamudeó:
"Pero... pero yo encontré este collar..."
El búho lo observó con sabiduría y le dijo:
"Lo que pertenece a otros, siempre volverá a ellos. La alegría que se siente al compartir y ser honesto es mucho más brillante que cualquier collar."
Esas palabras resonaron fuertemente en Zorrito. Los ojos de Perla aparecieron en su memoria, llenos de tristeza. Sin pensarlo dos veces, Zorrito se dirigió a Perla.
"¡Perla! Necesito hablar contigo."
Perla se acercó, ¡y Zorrito le devolvió el collar con un corazón lleno de arrepentimiento!"Lo siento mucho, Perla. Lo tomé sin pedirte permiso. Me siento muy mal" - dijo Zorrito, con lágrimas en los ojos.
Perla, sorprendida, miró el collar y luego a Zorrito.
"Gracias, Zorrito. Este collar es especial para mí. Pero más importante aún, valoro tu sinceridad.”
La perdiz le sonrió con gratitud, y Zorrito sintió una enorme satisfacción en su interior, algo que el collar jamás le había dado.
A partir de ese día, Zorrito aprendió la importancia de la honestidad y el valor de devolver lo que no le pertenece. Nunca más devolvería a caer en las garras de la mentira. Junto a Perla y sus amigos, encontraron nuevas aventuras en el bosque, siempre recordando que lo más bello en la vida es compartir y ser honestos entre sí.
Desde ese día, el bosque encantado brilló más que nunca, ya que la amistad y la honestidad fueron el gran tesoro de todos sus habitantes.
FIN.