El gran salto de Judith
Judith era una chica tímida y responsable que vivía cerca de la escuela en una linda casa.
A pesar de tener amigos divertidos con los que se llevaba bien, siempre había tenido problemas para relacionarse con los demás en la escuela. Pero un día, de vuelta a la escuela, algo asombroso sucedió. Mientras caminaba por el parque, Judith conoció a un chico apuesto y deportista llamado Carl.
Carl se acercó a Judith con una sonrisa cálida y le tendió la mano. - Hola, ¿cómo te llamas? - preguntó Carl con amabilidad. Judith se sintió nerviosa, pero respondió con timidez: - Soy Judith.
Carl notó que Judith era tímida, por lo que decidió invitarla a practicar deportes con su grupo de amigos. Judith, a pesar de sus dudas, aceptó la invitación. Pronto, se dio cuenta de que era muy divertido y emocionante jugar con Carl y sus amigos.
A medida que pasaban los días, Judith se volvió más segura de sí misma y aprendió a relacionarse mejor con los demás. Carl la alentaba y la apoyaba, lo que le daba la confianza para ser ella misma. Con el tiempo, Judith se convirtió en una parte indispensable del grupo.
Pero lo más importante, Judith descubrió que, con un poco de coraje y con personas amables a su lado, podía superar sus problemas de relación.
Finalmente, Judith entendió que la verdadera amistad y el apoyo mutuo son como un gran salto que nos lleva más allá de nuestras limitaciones. Y así, con Carl y sus amigos a su lado, Judith se dio cuenta de que podía enfrentar cualquier desafío en la escuela.
Desde ese día, Judith se convirtió en una chica valiente y sociable que inspiraba a todos a su alrededor.
FIN.