El Gran Salto de la Amistad
En un acogedor bosque donde los árboles se movían al compás del viento y los ríos cantaban alegres melodías, vivían cinco amigos muy especiales: Perro, Gato, Oso, Conejo y Mariposa. Un día, mientras jugaban en el claro de un hermoso campo lleno de flores, Conejo tuvo una idea brillante.
"¿Qué tal si hacemos una competencia de saltos?" - propuso Conejo, emocionado.
"¡Genial! Yo puedo saltar muy alto, como una nube en el cielo!" - exclamó Mariposa, batiendo sus alas.
"Pero, ¿será justo para todos?" - preguntó Gato, un poco indeciso.
"Sí, claro! Podríamos tener distintas categorías. Así, cada uno puede mostrar su talento único." - añadió Oso, mientras pensaba en cómo hacerle justicia a la idea.
Así fue como organizaron la competencia. Cada uno de los amigos se preparó para mostrar lo mejor de sí.
El primer salto fue de Mariposa, que al estar en el aire parecía una danza. Con sus suaves movimientos, hizo girar a todos en un susurro de admiración.
"¡Qué hermoso!" - dijo Perro, golpeando su cola con alegría.
Luego fue el turno de Conejo, que saltó con una energía desbordante, dando volteretas en el aire, logrando que todos aplaudieran.
"¡Esa fue una acrobacia espectacular!" - comentó Gato, con los ojos brillantes.
Pero cuando llegó el turno de Oso, el ambiente se llenó de nervios. Oso era grande y pesado, temía no ser tan impresionante como sus amigos.
"No tengo que ser ligero para saltar..." - murmuró Oso.
Pero con una gran determinación, Oso tomó impulso y realizó un salto que sorprendió a todos, aterrizando con gracia, a pesar de su tamaño.
"¡Increíble, Oso!" - gritaron todos.
Finalmente, llegó el turno de Perro. Con su energía inagotable, corrió hacia el límite donde comenzaría el salto.
"Voy a dar lo mejor de mí!" - ladró Perro, mientras tomaba una gran carrera.
Saltó con todas sus fuerzas, alcanzando una altura que nunca había pensado posible. Pero, por un pequeño descuido, cayó justo donde estaba Cat, haciendo que se tambaleara un poco.
"¡Oh no!" - exclamó Gato, riendo. "Ese fue un gran salto, pero un aterrizaje inesperado."
Todos rieron y se dieron cuenta de que lo que realmente importaba no era quién saltó más alto, sino la diversión y el trabajo en equipo que habían tenido.
"Miren lo que hemos logrado juntos. ¿Qué les parece si, en vez de un concursito, hacemos una gran celebración de nuestra amistad?" - sugirió Mariposa, revoloteando alrededor de todos.
"¡Sí!" - gritaron al unísono, felices de poder compartir su alegría.
Así que organizaron una gran fiesta con juegos, música y muchos saltos, pero sin competencia.
La amistad brilló más que nunca ese día, y todos aprendieron que, aunque cada uno tuviera habilidades diferentes, juntos eran un equipo imbatible. Al final, se dieron cuenta de que los mejores saltos no eran los más altos, sino las risas y los recuerdos que habían creado juntos.
Desde aquel día, Perro, Gato, Oso, Conejo y Mariposa no solo compartieron saltos, sino también un lazo que se volvió cada vez más fuerte, recordando siempre que la verdadera diversión está en compartir momentos juntos.
FIN.