El Gran Sorteo de Bocho, Rafael y Sasha
Había una vez un niño llamado Bocho que vivía en un pequeño pueblo. Bocho era muy inteligente y siempre estaba buscando nuevas formas de aprender.
Un día, su escuela organizó una rifa para recaudar fondos y Bocho decidió participar. La rifa consistía en vender boletos a sus amigos y vecinos, con la posibilidad de ganar un gran premio al final del mes.
Bocho se puso manos a la obra y comenzó a vender los boletos puerta por puerta. Un día, mientras vendía boletos cerca del parque, se encontró con Rafael, uno de sus compañeros de clase. Rafael era conocido por ser el más bromista del colegio y siempre hacía reír a todos con sus ocurrencias.
"¡Hola Bocho! ¿Qué estás haciendo?" - preguntó Rafael curioso. "Estoy vendiendo boletos para la rifa del colegio" - respondió Bocho. "¡Eso suena divertido! ¿Puedo ayudarte?" - ofreció Rafael.
Bocho aceptó encantado la ayuda de su amigo y juntos continuaron recorriendo las calles vendiendo boletos. Mientras tanto, en el colegio, Sasha observaba desde lejos cómo Bocho y Rafael trabajaban juntos.
Sasha era una niña muy tímida que no se atrevía a acercarse a otros niños debido a su miedo al rechazo. Un día, cuando faltaba poco tiempo para que terminara la venta de boletos, Sasha decidió superar su timidez e ir hacia ellos. Con voz temblorosa les dijo:"Hola chicos...
me preguntaba si podría ayudarlos a vender los últimos boletos". Bocho y Rafael se sorprendieron gratamente al ver a Sasha acercarse. Sin dudarlo, le dieron una sonrisa y le entregaron algunos boletos para que pudiera vender. Los días pasaron y la rifa llegó a su fin.
Finalmente, Bocho, Rafael y Sasha lograron vender todos los boletos gracias a su trabajo en equipo. Estaban emocionados por descubrir quién sería el ganador del gran premio. Llegó el día de la entrega de premios en el colegio.
Todos los estudiantes estaban ansiosos por conocer al ganador de la rifa. El director del colegio anunció que el número ganador era el mismo que estaba impreso en uno de los boletos vendidos por Bocho, Rafael y Sasha.
Para sorpresa de todos, el nombre del ganador era... ¡Sasha! La tímida niña había sido agraciada con un increíble premio: una beca para estudiar en la mejor escuela de arte del país.
Todos aplaudieron emocionados y felicitaron a Sasha por su logro. Bocho y Rafael también estaban muy orgullosos de ella. A partir de ese día, Bocho, Rafael y Sasha se convirtieron en grandes amigos inseparables.
Juntos aprendieron que trabajar en equipo puede llevarnos muy lejos y que superar nuestros miedos nos permite alcanzar nuestros sueños. Y así es como nuestra historia termina con tres niños valientes e inteligentes, listos para enfrentar nuevos desafíos juntos mientras continúan aprendiendo cada día más en su amado colegio. Fin
FIN.