El Gran Torneo de Parqués



Juan era un niño curioso y lleno de energía. Un día, mientras estaba en casa, decidió jugar al parqués con su hermana Marta. Ambos se sentaron alrededor de la mesa con el tablero colorido frente a ellos.

Juan tomó los dados y lanzó un buen número, moviendo una ficha y alegrándose al avanzar. Marta no se quedaba atrás, y pronto la competencia se volvió intensa. "¡Voy a ganarte, Juan!" exclamó Marta con una gran sonrisa. "Lo dudo, hermana.

Yo seré el campeón esta vez", respondió Juan, concentrado en sus estrategias. La partida estaba reñida, con ambos jugadores avanzando y retrocediendo en el tablero. Pero algo inesperado sucedió: su mamá, quien observaba a lo lejos, decidió unirse al juego.

Ahora la competencia se volvía aún más emocionante. Los tres lanzaban los dados con entusiasmo y movían sus fichas con astucia. La diversión y la alegría colmaban la habitación mientras el juego avanzaba.

Finalmente, después de una partida reñida y llena de sorpresas, Juan emergió como el vencedor. Todos se felicitaron por la gran partida que habían tenido. Esa tarde, aprendieron que la competencia sana y el compañerismo son dos ingredientes importantes para disfrutar al máximo de un juego.

Desde entonces, cada semana organizaban su propio torneo de parqués en casa, disfrutando cada momento juntos.

FIN.

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