El gran viaje de las nubes numeradas



Había una vez en el cielo un grupo de nubes muy especiales. Eran diez amigas, cada una con un número del 40 al 50. Ellas vivían juntas en el cielo, flotando suavemente mientras observaban el mundo desde arriba.

Un día, las nubes 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48 y 49 decidieron emprender un gran viaje. Querían explorar nuevos lugares y hacer amigos en cada rincón del mundo. Con entusiasmo, comenzaron a planear su emocionante aventura.

La nube 40, que era la más organizada, dijo: "Amigas, debemos estar listas y preparadas para todo lo que nos espera."

Las otras nubes estaban emocionadas, pero sabían que debían ser cuidadosas, ya que a menudo las nubes pueden desaparecer rápidamente. Decidieron que trabajarían juntas y se prometieron cuidarse mutuamente.

"¡Listas para despegar!" gritó la nube 45, y todas las nubes se elevaron hacia el cielo y comenzaron su viaje.

Durante su viaje, las nubes conocieron a muchos amigos: el sol, la luna, y hasta algunas estrellas curiosas. Descubrieron que al estar juntas, podían crear arcoíris y grandes tormentas. Aprendieron a cuidar las plantas y a refrescar a las personas en días calurosos.

Sin embargo, un día, la nube 47 se quedó rezagada. Las otras nubes se dieron cuenta inmediatamente y retrocedieron para ayudarla.

"¿Estás bien, amiga?", preguntó la nube 41 preocupada.

"Creo que me quedé sin energía", respondió la nube 47 con tristeza.

Las otras nubes se miraron entre ellas y luego la nube 44 dijo: "No te preocupes, te daremos un poco de nuestra energía. Juntas podemos superar cualquier obstáculo."

Las nubes se unieron formando una gran masa nubosa y lograron que la nube 47 recuperara su fuerza. Después de ese incidente, las nubes se volvieron aún más cercanas y cuidadosas las unas de las otras.

Finalmente, después de muchas aventuras, las nubes regresaron a su lugar en el cielo. Habían aprendido que la amistad y el trabajo en equipo son importantes, que juntas son más fuertes, y que siempre deben cuidarse unas a otras.

Desde entonces, cada vez que veías el cielo, podías verlas flotando felizmente, formando figuras divertidas que parecían bailar en el horizonte, recordando su gran aventura y celebrando su unión.

FIN.

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