El Gran Viaje de Letras y Números
En un colorido pueblo llamado Numerville, donde los números hablaban y las letras danzaban, se preparaba una gran aventura. Todos los habitantes esperaban con ansias el Festival de las Unidades y Decenas, que se celebraba cada año.
Un día soleado, dos amigos inseparables, Unito, que era un jovencito número 1, y Deci, una chispeante décima (número 10), decidieron que este año iban a ser los protagonistas del festival.
"¡Unito!" - exclamó Deci emocionada "¡vamos a encontrar a todos los números del 0 al 20 y organizarlos en unidades y decenas! ¡Va a ser divertido!"
"¡Sí!" - respondió Unito saltando de alegría "Siempre quise ser parte de la gran cuadrícula numérica del festival. Vamos juntos a recogerlos todos.”
Así, los dos amigos comenzaron su búsqueda. Su primer destino fue la colina de las Unidades, donde podían encontrar a todos los números entre el 0 y el 9.
Mientras subían la colina, se encontraron con Cero, que estaba cerca de un pequeño estanque.
"¡Hola, Cero!" - llamó Unito. "¿quieres venir a la fiesta de las Unidades y Decenas?"
"Claro que sí, chicos. Estoy emocionado de sumarme a la fiesta y a ustedes les podría ayudar a contar hasta diez." - respondió Cero con una gran sonrisa.
Luego de recolectarlo, continuaron buscando a los demás números. Encontraron a Uno, Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis, Siete, Ocho y Nueve, todos ellos estaban ansiosos por participar en la fiesta.
Una vez que los números del 0 al 9 se reunieron, Deci le dijo a Unito:
"¡Perfecto! Ahora debemos encontrar a los números del 10 al 20, que son las Decenas. ¡Vayamos hacia la Isla de las Decenas!"
Pero para llegar a la isla, debían cruzar el Río del Sumar.
Al llegar al río, se encontraron con un viejo pez llamado Sumito que les ofreció su ayuda.
"¡Hola, pequeños!" - dijo Sumito. "Para cruzar, deben resolver un acertijo. Digan cuántos días hay en una semana y sumaré esos días al conteo de ustedes."
"¡Siete!" - exclamó Unito.
"Entonces pueden cruzar el río, pero deben recordar que las Decenas empiezan en diez." - les dijo Sumito. Decididos, cruzaron el río y llegaron a la Isla de las Decenas.
Allí estaban esperando Diez, Once, Doce, Trece, Catorce, Quince, Dieciséis, Diecisiete, Dieciocho y Diecinueve, todos listos para unirse a la fiesta.
"¡Hola, amigos!" - gritó Diez. "¿Qué los trae por aquí?"
"Le estamos dando vida a la fiesta de Unidades y Decenas. ¡Nos encantaría que se unieran!" - explicó Deci.
La fiesta comenzó con música y baile. Todos los números se organizaron en sus filas – los del 0 al 9 como Unidades y los del 10 al 20 como Decenas.
Sin embargo, a medio festejo, un gran viento sopló y desordenó a todos los números, convirtiendo a Unito en un Dueto (número 2) y a Deci en un Veinte (número 20).
"¡Oh no! ¡No podemos ser así!" - gritó Deci.
"¿Qué hacemos ahora?" - se lamentaba Unito. Todos trabajaron juntos para resolver el desorden. Deci, siempre tan ingeniosa, tuvo una idea.
"¡Vamos a sumar todos los números! Unito, tú y yo vamos a mostrar cómo podemos organizarnos nuevamente!"
Comenzaron a sumar y a contar, utilizando una canción que todos aprendieron. Contaron además las Unidades como hojas en los árboles y las Decenas como las estrellas en el cielo.
Poco a poco, el viento sopló más suave y uno a uno, todos los números regresaron a su lugar.
Finalmente, cuando todo se calmó, el festival continuó y todos aprendieron que sumar y organizarse era diversión pura.
De esa manera, el Festival de Unidades y Decenas se convirtió en una hermosa celebración donde pequeños y grandes números vivieron su verdadera esencia y aprendieron a trabajar juntos, formando una gran familia numérica.
Desde ese día, cada año en Numerville no solo se celebraba el Festival de las Unidades y Decenas, sino también el poder de la amistad y la colaboración. Y así, Unito y Deci, con la ayuda de todos los números, hicieron de aquel festival un evento inolvidable. Fin.
FIN.