El gran viaje de los Repartos Anatómicos



En un pequeño y colorido pueblo llamado Cuerpito, vivían unos amigos muy especiales: los Repartos Anatómicos. Eran criaturas mágicas que representaban cada parte del cuerpo humano. Había a la cabeza, que se llamaba Capi, el corazón, que era un alegre chiquitín llamado Venti, y los brazos, que eran dos gemelos llamados Maní y Lima. Todos ellos trabajaban juntos para ayudar a los habitantes del pueblo a entender la importancia de sus cuerpos.

Un día, Capi se dio cuenta de que el pueblo estaba un poco alborotado. La gente corría de un lado a otro, preocupada. Capi, curioso como siempre, decidió investigar qué estaba pasando.

"¿Por qué tanta prisa, amigos?" - preguntó Capi, moviendo su cabecita.

"¡Capi! La gente está buscando a su mascota, el pequeño Gato Kirú. Se ha escapado y no saben cómo volverlo a encontrar" - respondió Venti, saltando nervioso.

Capi pensó por un momento. "¡Podemos ayudar!" - exclamó emocionado. "Sabemos todo sobre cómo funcionan las partes del cuerpo, y podemos hacer un mapa que los guíe para encontrar a Kirú."

Maní y Lima se miraron emocionados.

"¡Genial!" - dijeron al unísono. "¿Cómo lo hacemos, Capi?"

Capi sonrió y explicó. "Cada parte del cuerpo tiene un lugar y una función, y juntos forman un gran mapa. Si seguimos el camino que nos marquen las partes, podemos guiarlos hasta Kirú."

Entonces, los amigos comenzaron a dibujar un gran mapa en una hoja de papel usando su imaginación. Cada parte del mapa mostraba un lugar del cuerpo. Las manos formando brazos, las piernas señalando el camino, y el corazón marcaba el ritmo.

Mientras dibujaban, por accidentado, Capi lanzó un borrador que se fue volando, como si hubiera tenido vida propia. "¡Oh, no!" - gritó.

El borrador voló y se adentró en el bosque.

"Es un desastre, debemos recuperar ese borrador antes de seguir. Es importante para nuestro mapa", dijo Capi alto.

Venti, siempre optimista, sonrió y dijo: "¡No te preocupes, Capi! Si todos trabajamos juntos, podemos encontrarlo."

Así que decidieron partir hacia el bosque.

En el camino se encontraron con un viejo árbol sabio, llamado Sabio.

"¿Qué les trae por aquí, pequeños Repartos Anatómicos?" - preguntó Sabio moviendo sus ramas.

"¡Hemos perdido nuestro borrador! Necesitamos conseguirlo para ayudar a encontrar a Gato Kirú!" - dijeron en coro.

"Ah, el borrador... vi cómo volaba entre las ramas. Si quieren recuperarlo, van a necesitar entender cómo trabajar en equipo, uniendo sus fuerzas" - respondió Sabio.

Al escuchar esto, Maní y Lima se miraron. "¡Eso es! Juntos somos más fuertes" - dijeron y comenzaron a pensar en cómo hacerlo.

"Yo puedo estirarme hasta las ramas altas", dijo Lima.

"Y yo puedo empujar desde abajo para ayudar a este borrador a que baje" - añadió Maní.

Así, con Capi guiando, Venti dando energía, y los gemelos trabajando juntos, lograron hacer que el borrador regresara sanito y salvo.

"¡Lo logramos!" - gritaron emocionados.

"Ahora sigamos con el mapa para encontrar a Kirú" - añadió Capi.

Ya de regreso al pueblo, dibujaron el mapa de manera correcta, y se lo mostraron a los habitantes.

"¡Mirá! Si seguimos este camino, llegaremos donde suele jugar Kirú en el parque del corazón" - dijo Venti.

Todos los habitantes comenzaron a seguir el mapa, y tras un rato, encontraron al pequeño Kirú jugando bajo un árbol. El pueblo estalló en aplausos.

"¡Gracias, Repartos Anatómicos!" - dijeron todos al unísono.

Capi, Venti, Maní y Lima sonrieron con alegría. Habían aprendido que la unión hace la fuerza y que cada uno, al aportar lo que sabe, puede lograr algo asombroso. Desde ese día, decidieron seguir ayudando a todos en Cuerpito, siempre listos para la próxima aventura.

FIN.

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