El Gran Viaje de Mamá
Un día soleado en una pequeña ciudad, Mamá decidió que era el momento de salir a explorar. '¡Quiero conocer el mundo!' exclamó ella, mientras los niños escuchaban con asombro.
- 'Pero, Mamá, ¿quién va a cuidarnos?' preguntó Lucas, el más pequeño.
- 'Ustedes se volverán los más grandes aventureros de la casa', respondió Mamá con una sonrisa. 'Voy a irme por una semana, pero no se preocupen, les dejaré un mapa y un montón de sorpresas.'
Los niños miraron el mapa. Tenía dibujos de animales y lugares especiales. 'Vamos a hacer una aventura en casa para que Mamá vuelva sorprendida', dijo Carla, la mayor.
Y así fue como comenzó la aventura. Los niños planearon actividades todos los días. Primero, decidieron construir una fortaleza con almohadas.
- '¡Es nuestra casa en el bosque!' dijo Lucas, emocionado.
- 'Y aquí vamos a hacer un picnic de frutas', agregó Carla.
Mientras tanto, Mamá llegó a un lugar lleno de paisajes hermosos. Se encontró con un grupo de turistas que la invitaron a compartir una experiencia mágica: se trataba de un taller de artesanías.
- '¡Esto es increíble!' dijo Mamá mientras aprendía a hacer pulseras de colores.
En casa, los niños pasaban muy bien, pero también extrañaban a su mamá. Una noche bajo las estrellas de cartón que habían hecho, Lucas preguntó:
- '¿Y si hacemos una carta para que Mamá sepa lo mucho que la queremos?'
- '¡Buena idea!', respondió Carla.
Así que cada noche escribían en un cuaderno lo que hicieron durante el día y las cosas sorprendentes que crearon. Un día, decidieron hacer un mural en la pared del salón.
- 'Este es el lugar donde guardaremos todos los recuerdos con Mamá', dijo Lucas.
En su nuevo taller, Mamá había ganado un primer premio por su pulsera más colorida. Estaba tan emocionada, pero también echaba de menos a sus hijos. Decidió que al regresar, les traería algo especial.
- '¡Un regalo para mis pequeños aventureros!', pensó mientras miraba algo brillante en la vitrina del mercado local.
El día del regreso, la casa estaba llena de risas y alegría. Los niños quisieron mostrarle todo lo que habían hecho.
- 'Mirá, Mamá, hicimos un mural y una fortaleza, y escribimos cartas para vos', dijo Carla, señalando su obra de arte.
- '¡Qué increíble! Me encantaría tener una fortaleza así', respondió Mamá con orgullo.
Los niños le contaron sobre sus aventuras mientras Mamá les mostraba su premio y su joya brillante, una preciosa piedra que simbolizaba su viaje.
- '¿La ven? Este es un tesoro, pero lo más valioso son los momentos juntos. ¡Quiero que este fin de semana, hagamos un viaje juntos!', sugirió Mamá.
- '¡Sí!', respondieron al unísono los niños, llenos de entusiasmo.
Y así, después de una semana de exploraciones por separado, se unieron para crear grandes recuerdos, aprendiendo que las aventuras y amor se encuentran en cualquier parte, ya sea en casa o en un lugar lejano.
FIN.