El gran viaje de Mateo y su amiga la mariposa



En una pequeña casa en el campo vivía Mateo, un niño curioso y lleno de energía. Un día, mientras jugaba en el jardín, vio una hermosa mariposa revoloteando entre las flores. -¡Hola, soy Mateo! ¿Cómo te llamas? -le preguntó emocionado.

La mariposa, llamada Luna, le respondió con voz suave: -Hola Mateo, yo soy Luna. ¿Te gustaría hacer un viaje conmigo? Mateo, emocionado, aceptó sin dudarlo. Juntos, emprendieron un viaje mágico a través del bosque, montañas y ríos.

En su travesía, Mateo conoció a diferentes animales y aprendió la importancia de la amistad, la valentía y el respeto por la naturaleza.

Sin embargo, en un tramo del viaje, Mateo y Luna se encontraron con un gran desafío: un río impetuoso que les impedía seguir adelante. Con ingenio y trabajo en equipo, lograron construir un pequeño bote para cruzar. Finalmente, llegaron a un hermoso prado lleno de flores de todos los colores.

Allí, Luna le dijo a Mateo: -Ha sido un gran viaje, pero ahora debo regresar a mi hogar. Gracias por acompañarme, Mateo. Siempre te llevaré en mi corazón. Mateo, con los ojos brillantes, le respondió: -Gracias a ti, Luna. Nunca olvidaré este maravilloso viaje.

De regreso a casa, Mateo se dio cuenta de que la aventura le había enseñado grandes lecciones sobre el valor de la amistad, la importancia de la naturaleza y la resiliencia frente a los desafíos.

Y así, cada vez que veía una mariposa, recordaba con cariño su inolvidable viaje con Luna.

FIN.

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