El Gran Viaje de Nico y Sus Sentidos
En un pequeño barrio de Buenos Aires, vivía un niño llamado Nico. Nico era un niño curioso de solo seis años, que siempre estaba dispuesto a aprender sobre el mundo. Un día, su maestra le dijo a la clase:
"Hoy vamos a aprender sobre las partes del cuerpo y nuestros sentidos. ¡Vamos a hacer un viaje increíble!"
Todos los niños aplaudieron emocionados.
Esa tarde, Nico estaba ansioso por contarle a su mamá lo que había aprendido. Mientras caminaban por el parque, Nico exclamó:
"¡Mamá! Hoy aprendí sobre la cabeza, los hombros y los pies. ¡Y también sobre el gusto, el tacto, la vista, el oído y el olfato!"
La mamá sonrió y le preguntó:
"¿Y qué es lo que más te gustó de la clase, Nico?"
"Aprendí que cada parte de nuestro cuerpo tiene un propósito especial. ¡Son como piezas de un rompecabezas!"
Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Nico soñó con un mágico país donde cada sentido era un amigo que lo guiaba.
Al despertar, decidió que quería conocer a esos amigos. Entonces, salió a la calle y, de repente, una voz del aire lo llamó:
"¡Hola, Nico! Soy Olfato, y puedo ayudarte a descubrir los aromas del mundo."
Nico, sorprendido, respondió:
"¡Hola, Olfato! ¿Qué debemos hacer juntos?"
"Primero, vamos a oler las flores del jardín. Te mostraré cómo cada olor cuenta una historia."
Mientras caminaban, se encontraron con un niño que lloraba. Nico se acercó y preguntó:
"¿Por qué lloras?"
El niño, llamado Tomás, respondió:
"Perdí mi pelotita y no puedo encontrarla..."
Nico recordó algo que había aprendido sobre la empatía. Entonces, decidió usar su sentido de la vista para ayudar a su nuevo amigo.
"No te preocupes, Tomás. Vamos a buscarla juntos. ¡Usaremos nuestros ojos para ver mejor!"
Nico, Olfato y Tomás comenzaron a buscar por el parque. Después de un rato, Tomás hizo una pausa y dijo:
"¿Sabés qué, Nico? Gracias por ayudarme. No tengo muchos amigos, y me siento solo a veces."
"No te sientas así – contestó Nico –. Todos a veces necesitamos un poquito de ayuda. Y hoy, somos un gran equipo!"
Finalmente, después de un rato, Tomás gritó emocionado:
"¡La encontré! ¡Está debajo del banco!"
Los tres amigos celebraron. Olfato dijo:
"¡Eso es! Con un poco de esfuerzo y amistad, todo es más fácil."
Nico sonrió, sintiéndose feliz de haber ayudado a Tomás.
A medida que pasaban los días, Nico se convirtió en un experto en usar sus sentidos no solo para descubrir el mundo, sino también para conectar con los demás.
"¡Oigan! – decía a sus amigos en el jardín – Vamos a jugar a descubrir olores. Así ayudamos a quien necesite!"
Un día, conocieron a una niña nueva en la escuela llamada Sofía, que parecía un poco tímida. Nico decidió acercarse a ella.
"Hola, soy Nico. ¿Quieres jugar con nosotros?"
Sofía miró con ojos tímidos y respondió:
"No sé si puedo... No conozco a nadie aquí."
"¡No hay problema! Puedo enseñarte. Jugar a descubrir los sentidos es muy divertido. ¡Te va a encantar!"
Sofía sonrió. Y así, con buena onda y empatía, los tres comenzaron a jugar, descubriendo olores, texturas y sonidos alrededor del parque.
"Mirá, ahí hay un perro. Debemos usar nuestro oído para escuchar cómo ladra."
"Y yo siento el viento en mi rostro. ¡Es como si besara mi cara!"
"Y yo puedo oler el pastel de chocolate que está haciendo mi mamá en casa!"
Así fue como Nico, Tomás y Sofía formaron una hermosa amistad, siempre utilizando sus sentidos para compartir, ayudar y comprender a los demás.
Un día, en clase, su maestra les preguntó:
"¿Qué han aprendido sobre los sentidos y la empatía?"
Nico levantó la mano y dijo:
"Que nuestros sentidos nos ayudan a conocer el mundo, pero también a conocer a otras personas. Si sabemos escuchar con el corazón, podemos ser verdaderos amigos."
La maestra sonrió, orgullosa de sus alumnos.
Desde ese día, Nico, Tomás y Sofía nunca dejaron de jugar, de reír, y de ayudar a los demás, formando una comunidad llena de empatía. Y así, con cada nuevo amigo que hacían, aprendieron que cada conexión humana era un nuevo descubrimiento, tan importante como conocer cada parte de su cuerpo y cada uno de sus sentidos.
FIN.