El Gran Viaje de San Martín



En un pequeño pueblo de Argentina, vivía un niño llamado Mateo. Mateo soñaba con ser un gran héroe, igual que su ídolo, el general José de San Martín, quien había luchado por la libertad de su país.

Un día, mientras Mateo paseaba por el parque, vio a un grupo de niños jugando. "¿Quién quiere escuchar la historia de San Martín?"-, preguntó emocionado. Sus amigos, Lucas y Sofía, se acercaron curiosos.

"San Martín fue un gran líder", comenzó Mateo. "Se enfrentó a los enemigos en la batalla de San Lorenzo. Allí, luchó valientemente para defender nuestra patria"-.

"¿Qué pasó en esa batalla?"-, preguntó Lucas, intrigado.

"Fue en 1813. San Martín y sus hombres lucharon contra los españoles en el río Paraná", explicó Mateo. "Aunque era una batalla difícil, él nunca se rindió. Mostró que con valentía y determinación, hasta las situaciones más complicadas pueden resolverse"-.

Sofía se entusiasmó. "Después de esa batalla, ¿qué hizo San Martín?"-

"¡Ah!", dijo Mateo con una sonrisa. "Fue cuando decidió cruzar los Andes. Era un viaje lleno de peligros, pero él tenía un gran sueño: liberar a los pueblos del sur y llevar la libertad a todos"-.

"¡Eso suena increíble!", exclamó Lucas. "Pero, ¿cómo lo logró?"-

Mateo pensó un momento. "San Martín no lo hizo solo. Reunió a un grupo de valientes que lo acompañaron. Enfrentaron frío, nieve y montañas difíciles, pero nunca se detuvieron. Así aprendí que los grandes sueños requieren esfuerzo y trabajo en equipo"-.

Los tres amigos se sentaron en una banca, imaginándose como el valiente general y sus soldados.

"¿Y qué pasó después?"-, preguntó Sofía.

"Llegó a Chile y, junto con sus amigos, luchó para liberar a ese país también. Nunca perdió la fe en la libertad y el amor por su patria"-, relató Mateo con entusiasmo.

"Así es, ¿y luego qué pasó, Mateo?", inquirió Lucas.

Mateo miró al cielo y reflexionó un momento. "San Martín siempre decía que la libertad era un derecho de todos. Esa idea lo llevó a conquistar más territorios y a unificar a las personas en busca de un futuro mejor"-.

Sofía, muy emocionada, exclamó: "¡Quiero ser valiente como él y ayudar a otros!"-

Cada niño se comprometió a ser valiente en su vida cotidiana. Decidieron trabajar juntos para ayudar a los que necesitan apoyo en su escuela.

"Haremos una colecta de alimentos para los que no tienen, así como San Martín luchó por los que no podían luchar por sí mismos"-, sugirió Mateo, lleno de entusiasmo.

Unos días después, en la escuela, los tres amigos hablaron con sus compañeros sobre su idea. "¡Juntos podemos hacer una gran diferencia!"-, dijo Lucas. "De a poco, ayudaremos a nuestra comunidad, tal como San Martín hizo con su país"-.

Con la ayuda de todos, lograron reunir mucha comida y ropa. Decidieron llevar todo a un refugio. Cuando llegaron, las personas los recibieron con sonrisas y gratitud.

"Ustedes son unos héroes", dijo una mujer. "Gracias por ayudarnos"-.

Mateo, Lucas y Sofía se miraron felices. Comprendieron que no necesitaban flotar en túnicas o cabalgar en caballos magníficos para ser héroes; podían hacer pequeñas acciones que marcaran la diferencia.

Desde ese día, Mateo se dio cuenta de que, así como José de San Martín, todos podemos ser valientes y ayudar a los demás, luchando por un mundo mejor. El poder de cambiar las cosas vive en cada uno de nosotros.

Y así, con gran entusiasmo, continuaron su camino, recordando siempre que la lucha por la libertad y la ayuda a los demás es una tarea que nunca termina.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!