El Gran Viaje de Tobi



Era un día soleado y Tobi, un niño lleno de imaginación, decidió jugar con sus juguetes. Tenía un camión rojo, un barco azul, un avión amarillo y un tren verde.

"¡Hoy voy a hacer un gran viaje!" - exclamó Tobi emocionado.

Primero, subió a su camión.

"¡Vroom, vroom!" - hacía el sonido mientras el camión rodaba por el suelo.

"¡Vamos, camión! ¡A la aventura!" - dijo Tobi, y el camión lo llevó hasta el parque, donde el césped era su gran carretera.

Cuando llegó al parque, Tobi decidió que era hora de navegar.

"¡Splash, splash!" - decía él mientras subía a su barco.

"¡Zas, zas! ¡El agua está lista!" - gritó feliz, remando por el estanque imaginario.

De repente, un pato se asomó.

"¡Cuac, cuac!" - dijo el pato.

"Hola, pato. Estoy en un viaje! ¿Quieres venir conmigo?" - preguntó Tobi.

El pato asintió, y juntos siguieron navegando.

Después de un rato, Tobi sintió que era el momento de volar.

"¡Zoom, zoom!" - rió mientras subía a su avión.

"¡Vamos al cielo!" - gritó con alegría, imaginando que volaba por encima de las nubes.

"¡Fiu, fiu, el avión vuela alto!" - hacía el sonido Tobi, mirando hacia abajo como si pudiera ver la tierra de arriba.

De repente, el avión se encontró con un grupo de pajaritos.

"¡Pío, pío!" - cantaron los pajaritos.

"¡Hola, pajaritos! ¿Quieren volar conmigo?" - les preguntó Tobi.

Los pajaritos giraron a su alrededor, haciendo un hermoso baile en el cielo.

Después de vivir tantas aventuras en el aire, Tobi decidió que era hora de volver a la tierra.

"¡Tiki, tiki!" - sonó el tren cuando decidió que era momento de viajar en él.

"¡Arriba y abajo, somos un tren veloz!" - decía Tobi mientras el tren corría por la vía de su alfombra.

De repente, el tren paró. Era un túnel oscuro, y Tobi, un poco asustado, preguntó:

"¿Quién está ahí?"

Una voz misteriosa contestó:

"Soy el ratón viajero, ¡bienvenido al túnel!"

"¿Tú eres un viajero?" - preguntó Tobi.

"Sí, y tengo un mapa del tesoro. ¿Quieres verlo?" - dijo el ratón.

"¡Claro!" - exclamó Tobi. Juntos, siguieron el mapa que los llevó a un lugar mágico lleno de luces y colores.

"¡Mira!" - dijo el ratón "Hemos encontrado el arcoíris de dulces y sorpresas!"

"¡Qué maravilla!" - gritó Tobi. Jugaron en el arcoíris, riendo y feliz, mientras los colores danzaban a su alrededor.

Al finalizar el día, Tobi, cansado pero contento, regresó a casa, despidiéndose de sus nuevos amigos.

"Gracias por la aventura, amigos! ¡Hasta la próxima!" - dijo Tobi, mientras se sentaba en su camión rojo nuevamente.

"¡Vroom, vroom, hasta la próxima!" - respondió el camión.

Tobi llegó a casa, y mientras guardaba todos sus juguetes, sonrió al pensar en las increíbles aventuras que había vivido.

"¡Mañana será otro gran día!" - murmuró mientras se acomodaba en su cama, listo para soñar con nuevos viajes y amigos.

Y así, Tobi aprendió que con un poco de imaginación, siempre hay nuevas aventuras por descubrir.

FIN.

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