El Gran Vuelo de Capibara
Era un día soleado en Santa Marta, Colombia, y los animales del bosque estaban muy emocionados. ¡Hoy el capibara llamado Capi iba a hacer un paseo en avión! Todos sus amigos se habían reunido para despedirlo antes de su gran aventura.
"¡Capi, no puedo creer que vayas a volar!" - dijo su amiga la iguana, Igu.
"Yo siempre he soñado con ver el mundo desde el aire, pero tengo un poquito de miedo" - respondió Capi, mientras jugaba con su cola nerviosamente.
"No te preocupes. ¡Volverás con historias increíbles!" - dijo el loro Pedro, volando alrededor de Capi en círculos.
Cuando llegó el momento, Capi se acercó al avión. Era un pequeño avión de turismo lleno de coloridos dibujos de animales. Todo lo que más le gustaba había sido pintado en el exterior. Al subir, sintió un poco de miedo, pero la emoción lo invadía.
El piloto, un viejo búho llamado Don Búho, lo saludó mientras ajustaba los controles del avión.
"¡Listo para despegar, joven capibara!" - gritó Don Búho con una sonrisa.
"¡Estoy listo!" - respondió Capi, tratando de sonar valiente.
A medida que el avión despegaba, Capi miró por la ventanilla. Las montañas de Santa Marta eran aún más hermosas desde arriba.
"¡Mirá!" - exclamó Capi. "¡Puedo ver toda la selva!"
"Es una vista maravillosa, ¿verdad?" - dijo Don Búho. "Ahora estamos en camino a la Isla de los Sueños. Allí, los animales se juntan cada año para celebrar la gran fiesta de la amistad. ¡El viaje será inolvidable!"
Capi no podía esperar para llegar. Pero de pronto, el avión empezó a temblar.
"¿Qué pasa, Don Búho?" - preguntó Capi, asustado.
"Parece que hay una tormenta más adelante. Tendremos que dar un rodeo. No te preocupes, estoy aquí para guiarte."
El viento soplaba fuerte, pero el viejo búho maniobraba con destreza. Capi, aunque nervioso, comenzó a sentirse más seguro.
"¡Vamos, Capi, tú puedes!" - se decía a sí mismo mientras veía de nuevo por la ventanilla.
Finalmente, lograron salir de la tormenta. La calma volvió al avión y el cielo se despejó nuevamente.
"¡Lo logramos!" - gritó Capi lleno de alegría.
"Esa es la actitud, amigo. A veces hay que enfrentarse a las tormentas para disfrutar del sol" - le dijo Don Búho con una sonrisa.
Cuando llegaron a la Isla de los Sueños, Capi estaba emocionado. Todos los animales lo recibieron con una gran celebración. Había música, danzas y mucha comida deliciosa. Todos querían escuchar las historias de su gran aventura.
"¡Contanos, Capi!" - gritaban. "¿Cómo fue volar?"
"Fue increíble, pero también un poco aterrador. Aprendí que aunque tenga miedo, puedo enfrentar las dificultades" - respondió Capi mientras miraba a sus amigos.
La fiesta continuó hasta que el sol se ocultó y las estrellas comenzaron a brillar. Capi se sintió feliz de haber emprendido aquel vuelo. Aprendió que la valentía no es la ausencia de miedo, sino el coraje de seguir adelante a pesar de él. Y lo más importante, se dio cuenta de que siempre podía contar con sus amigos.
Capi regresó a casa llenó de historias, risas y nuevas experiencias, y con la promesa de que siempre seguiría soñando.
Así, el capibara enseñó a sus amigos que, aunque el mundo puede ser un lugar aterrador a veces, siempre se pueden encontrar aventuras y alegrías al final del camino.
Y así, Capi siguió explorando, tanto en tierra como en el aire, y viviendo aventuras junto a sus queridos amigos.
Y colorín colorado, ¡este cuento se ha acabado!
FIN.