El granjero Monstruo y las cerezas envenenadas



En lo profundo del bosque vivía un monstruo llamado Tito. A Tito le encantaba cuidar su huerta, donde cultivaba las frutas más deliciosas que se puedan imaginar. Un día, Tito decidió plantar un árbol de cerezas, pero algo salió mal.

Sin darse cuenta, las cerezas se envenenaron por el suelo contaminado. Al enterarse, Tito se puso muy triste, pero no se rindió. Decidió pedir ayuda a sus amigos del bosque: el conejo saltarín, la ardilla curiosa y el pájaro cantor.

Juntos, idearon un plan para salvar las cerezas. "¡Amigos! Necesitamos encontrar una manera de salvar las cerezas envenenadas. ¿Alguien tiene alguna idea?", preguntó Tito con preocupación.

El conejo saltarín sugirió buscar a la hada Madrina, conocida por su habilidad para curar plantas. Así que, el grupo emprendió un viaje lleno de aventuras en busca de la hada. Después de superar muchos desafíos, encontraron a la hada Madrina. "¡Oh, queridos amigos! ¿En qué puedo ayudarles?", dijo la hada con una sonrisa.

Tito explicó el problema y la hada les prometió ayudar. Con su magia, purificó el suelo y las cerezas malvadas se convirtieron en frutas saludables y deliciosas.

El granjero Monstruo aprendió una valiosa lección sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y la amistad. Desde ese día, Tito y sus amigos continuaron cuidando la huerta, asegurándose de que cada fruta crezca feliz y sana.

FIN.

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