El guardián de la granja



En una granja en las afueras de un pequeño pueblo vivían Eduardo, un cerdo rosado y regordete, y Juan, un burro de largas orejas grises.

Ambos animales eran maltratados por su dueño, Don Lorenzo, un hombre malhumorado que siempre los regañaba y los obligaba a trabajar sin descanso. Un día soleado de primavera, mientras Eduardo y Juan estaban en el corral compartiendo sus penurias, se les acercó Lucas, el perro pastor de la granja.

Lucas era un amigo leal que siempre intentaba animar a sus compañeros con su alegría inquebrantable. "¡Hola amigos! ¿Cómo están hoy?" -dijo Lucas moviendo la cola con entusiasmo. Eduardo suspiró pesadamente antes de responder: "Estamos igual que siempre, Lucas.

Don Lorenzo no nos da tregua". Juan asintió con tristeza y agregó: "No sabemos qué hacer para cambiar nuestra situación". Lucas los miró con determinación y les dijo: "No se preocupen más.

¡Hoy es el día en que todo va a cambiar!". Los dos amigos lo miraron incrédulos pero también llenos de esperanza por las palabras del valiente perro. Esa misma tarde, cuando Don Lorenzo llegó al corral para darles órdenes como de costumbre, algo extraordinario sucedió.

Lucas se interpuso entre él y los otros animales y comenzó a ladrar tan fuerte que todos los vecinos del pueblo salieron a ver qué ocurría. "¡Basta ya, Don Lorenzo! No permitiré que siga maltratando a mis amigos.

Eduardo y Juan merecen respeto y cariño", exclamó Lucas valientemente. Don Lorenzo quedó sorprendido por la determinación del perro pastor e incapaz de enfrentarse a él frente a tantos testigos decidió dar marcha atrás en su actitud cruel hacia los animales de la granja.

Desde ese día todo cambió en la granja. Eduardo y Juan dejaron de ser maltratados y recibieron el cuidado adecuado que merecían.

Incluso Don Lorenzo empezó a mostrar una actitud más amigable hacia ellos gracias al ejemplo de valentía y solidaridad dado por Lucas. Con el paso del tiempo, la vida en la granja mejoró notablemente. Los animales vivían felices trabajando juntos para mantenerla próspera gracias al espíritu solidario inculcado por Lucas aquel día memorable.

Y así fue como gracias al valor y la amistad entre diferentes especies animales lograron transformar un lugar lleno de tristeza en uno lleno de alegría y armonía donde cada uno era respetado tal como era.

FIN.

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