El guardián de los dinosaurios



Había una vez un niño llamado Bautista, a quien le encantaban los dinosaurios. Pasaba horas leyendo libros y viendo documentales sobre ellos.

Un día, mientras exploraba en el jardín de su casa, encontró un extraño collar con un medallón brillante en forma de huevo de dinosaurio. Intrigado, Bautista decidió ponérselo y en ese momento sintió que todo a su alrededor comenzaba a girar.

Cuando la sensación terminó, se dio cuenta de que ya no estaba en su jardín, sino en medio de un bosque prehistórico lleno de helechos gigantes y enormes criaturas desconocidas. Asustado pero emocionado, Bautista vio acercarse lentamente a un imponente Tiranosaurio Rex.

En lugar de sentir miedo, recordó todo lo que sabía sobre los dinosaurios y decidió actuar con valentía. Se acercó al T-Rex y extendió la mano amistosamente. Para su sorpresa, el dinosaurio parecía curioso e incluso dejó que Bautista acariciara su rugosa piel.

"Hola amigo T-Rex", dijo Bautista con una sonrisa temblorosa. El T-Rex emitió un sonido gutural que parecía ser una especie de saludo. A partir de ese momento, Bautista se convirtió en el amigo más querido por todos los dinosaurios del bosque prehistórico.

Ayudaba a los herbívoros a encontrar comida fresca, jugaba con los pequeños velociraptores y aprendía nuevas cosas sobre aquella época fascinante.

Un día, mientras exploraba una cueva misteriosa junto a su amigo el Triceratops, descubrieron antiguas pinturas rupestres que contaban la historia perdida de los dinosaurios. Bautista se dio cuenta entonces de lo importante que era proteger la naturaleza y todas las criaturas vivientes para evitar la extinción como había ocurrido con sus amigos prehistóricos.

Decidido a llevar este mensaje al mundo actual, Bautista regresó a casa gracias al collar mágico. Contó todas sus aventuras a sus padres y les prometió cuidar del planeta como nunca antes lo había hecho.

Desde aquel día, Bautista se convirtió en un defensor apasionado del medio ambiente y siempre recordaba con cariño su increíble viaje al mundo de los dinosaurios donde aprendió grandes lecciones sobre valentía, amistad y respeto por la vida en todas sus formas.

Y así fue cómo el pequeño Bautista se convirtió en un héroe tanto para los niños como para los dinosaurios.

FIN.

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