El Guardián del Bosque Mágico



Pedro era un joven pastor de ovejas que vivía en una pequeña cabaña, rodeado de verdes prados y hermosos paisajes. Pasaba sus días cuidando a su rebaño y disfrutando de la tranquilidad del campo.

Un día, mientras las ovejas pastaban felices, Pedro notó que una de ellas cojeaba. Sin pensarlo dos veces, se acercó para examinarla y ayudarla.

Pero justo cuando estaba a punto de tocarla, la oveja se transformó en una hermosa hechicera vestida con un elegante traje azul. - ¡Sorpresa! - exclamó la hechicera con una sonrisa misteriosa-. Soy Selena, la hechicera del bosque encantado.

He estado observándote desde hace tiempo y has demostrado tener un corazón bondadoso al querer ayudar a mis amigas las ovejas. Pedro no podía creer lo que veían sus ojos. Estaba asombrado por el repentino cambio de la oveja en esta mágica criatura.

Pero su curiosidad superó su sorpresa y decidió escuchar lo que Selena tenía para decirle. - ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó Pedro con asombro e intriga. - Vine aquí para enseñarte algo importante - respondió Selena-. Tú tienes el don especial de cuidar y proteger a los seres más vulnerables.

Esa es una cualidad muy valiosa que no todos poseen. Pedro se sintió halagado por las palabras de Selena, pero también confundido sobre cómo había descubierto ese don en él.

- Yo solo soy un simple pastor, ¿cómo puedo tener un don especial? - preguntó Pedro. - A veces, las cosas más extraordinarias pueden encontrarse en los lugares más comunes - explicó Selena-. Y tú, con tu amor y cuidado hacia estas ovejas, has demostrado ser alguien excepcional.

Pero eso no es todo, Pedro. Estoy aquí para darte la oportunidad de aprender magia y convertirte en un gran mago. Pedro quedó sin palabras ante la propuesta de Selena.

Nunca se había imaginado que algo así pudiera sucederle. La emoción se apoderó de él mientras pensaba en todas las posibilidades que esto le abriría. - ¿De verdad puedo aprender magia? - preguntó Pedro emocionado. - Sí, pero debes prometerme algo importante - respondió Selena seriamente-.

Usarás tus habilidades mágicas solo para hacer el bien y ayudar a aquellos que lo necesiten. Serás un protector de los seres más vulnerables y siempre actuarás con bondad y sabiduría. Pedro asintió con determinación.

Estaba dispuesto a aceptar el desafío y usar su nuevo poder para hacer del mundo un lugar mejor. Durante muchos meses, Pedro aprendió magia junto a Selena. Ella fue su mentora y le enseñó todo lo necesario para dominar sus habilidades mágicas.

Juntos exploraron el bosque encantado y ayudaron a criaturas mágicas en problemas. Un día, mientras caminaban por el bosque, escucharon una voz temblorosa pidiendo ayuda desde la distancia.

Se acercaron rápidamente y descubrieron a un viejo mago atrapado en una red. - ¡Por favor, ayúdenme! - suplicó el mago-. Soy Armando, un mago que ha sido capturado por malvados brujos. Necesito escapar antes de que me hagan daño.

Pedro y Selena se miraron y sin dudarlo un segundo, usaron sus poderes mágicos para liberar al mago Armando. Juntos, derrotaron a los brujos malvados y salvaron el bosque encantado de su maligna influencia. Desde ese día, Pedro se convirtió en un renombrado protector del bosque encantado.

Utilizaba su magia para ayudar a las criaturas mágicas y difundir la bondad por todas partes. Se convirtió en un ejemplo para todos los niños del pueblo, quienes admiraban su valentía y nobleza.

Y así fue como Pedro, el pastor de ovejas convertido en mago, demostró que incluso las personas más humildes pueden hacer cosas extraordinarias cuando actúan con amor y compasión hacia los demás.

Su historia inspiró a muchos a seguir sus pasos y siempre recordarán que la verdadera magia reside en el corazón de aquellos dispuestos a usarla para hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!