El guardián del océano
Había una vez un niño llamado Juan, que vivía cerca del mar y le encantaba pasar horas saltando las olas.
Desde que era muy chiquito, su mamá lo llevaba a la playa y él no podía resistirse a correr hacia el agua y saltar sin parar. Un día de verano, mientras Juan saltaba las olas como siempre, escuchó una voz suave que venía del mar. Se detuvo sorprendido y escuchó atentamente.
La voz le dijo:"Juan, si quieres ser un gran saltador de olas, debes aprender a respetar al mar y cuidarlo". Juan se quedó pensativo por un momento.
Nunca antes había pensado en cómo cuidar el mar, pero decidió que haría todo lo posible para hacerlo. Desde ese día, cada vez que iba a la playa, recogía la basura que encontraba en la arena y se aseguraba de no dejar nada atrás.
También comenzó a investigar sobre cómo proteger el medio ambiente marino y compartía sus conocimientos con otros niños en la playa. Un mes después de haber escuchado la voz misteriosa, Juan estaba nuevamente saltando las olas cuando vio algo brillante entre ellas.
Nadó rápidamente hacia allí y descubrió una hermosa estrella de mar atrapada en una red de pescadores. Sin dudarlo, la liberó con cuidado y la devolvió al agua. La estrella de mar parecía agradecida y le dijo a Juan:"Gracias por salvarme, pequeño amigo.
Recuerda siempre que cada acción cuenta para proteger nuestra casa: el mar". A partir de ese día, Juan se convirtió en un defensor apasionado del océano.
Organizaba limpiezas en la playa con otros niños e incluso dio charlas en su colegio sobre la importancia de cuidar los mares y océanos. Con el tiempo, Juan se convirtió en un ejemplo para todos los habitantes del pueblo costero.
Su amor por el mar inspiró a muchos a seguir sus pasos y juntos lograron mantener limpias las playas y proteger la vida marina. Y así fue como el pequeño Juan, quien solo quería saltar las olas del mar, terminó siendo un héroe para el océano entero gracias a su compromiso y dedicación para cuidarlo.
FIN.