El hada del bosque

Lana y Gabriel estaban muy emocionados por su viaje en familia, iban a conocer un lugar nuevo y hacer muchas aventuras juntos. Pero de repente, el auto se quedó sin gasolina y se perdieron en medio del bosque.

- ¡Mamá! ¿Qué vamos a hacer ahora? - preguntó Lana con preocupación. - No lo sé hija, no hay señal de celular aquí - respondió la mamá con nerviosismo.

De repente, apareció un hada mágica que brillaba como una luciérnaga en la oscuridad. Tenía alas brillantes y una varita mágica que emitía chispas de luz. - Hola niños, veo que están perdidos. ¿Necesitan ayuda? - dijo el hada amablemente.

Lana y Gabriel se sorprendieron al verla pero estaban felices de encontrar a alguien que pudiera ayudarlos. - Sí, estamos perdidos y no sabemos cómo volver con nuestra familia - respondió Gabriel tímidamente. El hada sonrió y agitó su varita mágica.

De repente, todos los árboles del bosque comenzaron a moverse como si tuvieran vida propia. Las ramas crearon un camino iluminado para ellos seguirlo mientras caminaban hacia adelante.

- Sigan este camino hasta el final y encontrarán a su familia allí - dijo el hada mientras desaparecía detrás de las ramas movidas por su magiaLos niños siguieron el camino iluminado por las ramas mágicas hasta llegar a una pequeña cabaña donde encontraron a sus padres esperándolos con ansias.

- ¡Hijos! ¡Gracias a Dios que están bien! - exclamó la mamá con lágrimas en los ojos. - ¿Cómo lo encontraron? - preguntó el papá sorprendido. Lana y Gabriel contaron todo sobre el hada mágica que les ayudó a encontrar su camino de vuelta a casa.

Los padres sonrieron al escuchar la historia y se dieron cuenta de lo importante que era estar juntos como familia.

Desde ese día, Lana y Gabriel aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de tener fe en momentos difíciles y siempre buscar ayuda cuando sea necesario. Y aunque nunca volvieron a ver al hada mágica, nunca olvidarán su amabilidad y magia que los ayudó a encontrar su camino de regreso a casa.