El hada del bosque



Había una vez una niña llamada Frannie, a quien le encantaban las hadas. Todos los días se imaginaba viviendo en un bosque mágico rodeada de amigos animales y siendo ella misma un hada.

Pero Frannie sabía que eso era solo un sueño. Un día, mientras caminaba por el parque, encontró una pequeña hada llorando en el suelo. La hada estaba herida y no podía volar.

Frannie la recogió con cuidado y la llevó a casa para curarla. La hada, llamada Lila, estaba muy agradecida por la ayuda de Frannie y decidió concederle un deseo como recompensa. "¿Qué es lo que más deseas?", preguntó Lila.

Frannie no lo dudó ni un segundo: "Quiero ser un hada y vivir en un bosque mágico rodeada de amigos animales". Lila sonrió y agitó su varita mágica. De repente, todo a su alrededor empezó a cambiar.

Los muebles se transformaron en hojas gigantes, las paredes desaparecieron para dar paso a árboles frondosos y el techo se convirtió en el cielo estrellado. Frannie miraba sorprendida todo lo que ocurría a su alrededor cuando escuchó una voz detrás de ella: "-¡Hola! Soy Pipo, tu nuevo amigo".

Era un conejito blanco con grandes ojos azules que saltaba felizmente alrededor de ella. "-¡Hola Pipo!", respondió Frannie emocionada. Así comenzó la nueva vida de Frannie en el bosque mágico.

Cada día conocía a nuevos amigos animales que la ayudaban y enseñaban cosas nuevas, como cómo cuidar las plantas o cómo construir un refugio con ramitas. También aprendió a usar su varita mágica para hacer pequeñas maravillas. Pero no todo era felicidad en el bosque mágico.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Frannie se encontró con una malvada bruja que estaba destruyendo todo lo que encontraba a su paso. Frannie sabía que tenía que hacer algo al respecto.

Reunió a todos sus amigos animales y juntos planearon una estrategia para detener a la bruja. Con sus varitas mágicas en mano, Frannie y sus amigos se enfrentaron valientemente contra la bruja.

La batalla fue larga y difícil, pero finalmente lograron vencerla gracias al trabajo en equipo y la ayuda de Lila. "-Gracias por salvar nuestro hogar", dijo Pipo emocionado mientras abrazaba a Frannie. "-No hay nada que no pueda lograr si tengo amigos como ustedes", respondió Frannie sonriendo.

Desde ese día, Frannie se convirtió en una heroína del bosque mágico y continuó viviendo aventuras junto a sus amigos animales. Y aunque sabía que pronto tendría que volver al mundo real, nunca olvidaría esa experiencia única e inolvidable.

FIN.

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