El hada del castillo de los amigos
En un reino lejano, rodeado de verdes praderas y majestuosas montañas, se encontraba el mágico Castillo de los Amigos. En este castillo vivían cuatro inseparables amigos: Martina, Juan, Sofía y Pablo. Ellos compartían un lazo tan fuerte que eran como hermanos. Cada tarde, se reunían en el jardín del castillo para jugar, reír y soñar juntos.
Un día, mientras exploraban los alrededores del castillo, encontraron un misterioso bosque encantado. Intrigados, decidieron adentrarse en él, ignorando las advertencias de los lugareños sobre la presencia de seres mágicos. En medio del bosque, se toparon con un hada de cabellos dorados y relucientes alas de mariposa.
- ¡Hola, valientes amigos! –saludó el hada con una voz melodiosa-. Me llamo Aurora, y soy el espíritu guardián de este bosque encantado.
Los cuatro amigos, asombrados, escucharon atentamente las palabras de Aurora. Les explicó que el bosque escondía un gran tesoro detrás de siete desafíos mágicos, que solo podrían ser superados si trabajaban en equipo y confiaban plenamente el uno en el otro. Los amigos aceptaron el desafío, con la determinación de alcanzar el tesoro y demostrar su increíble amistad.
El primer desafío consistía en cruzar un río lleno de criaturas acuáticas mágicas. Con ingenio y valentía, los amigos construyeron un bote con las ramas y hojas del bosque, logrando superar este desafío. El segundo desafío los llevó a una cueva oscura habitada por murciélagos, pero con la luz de la amistad, lograron iluminar el camino y avanzar juntos.
Tras superar los siguientes desafíos, finalmente llegaron al corazón del bosque, donde encontraron el tesoro: una brillante gema que representaba la verdadera amistad. Al tomar la gema, el bosque cobró vida con colores y aroma, llenándolos de felicidad.
Aurora, el hada, felicitó a los amigos por su valentía, lealtad y unión, y les reveló que el verdadero tesoro era el amor y la amistad que compartían. Con lágrimas de emoción en los ojos, los amigos regresaron al castillo, sabiendo que su amistad era su mayor tesoro.
Desde ese día, el castillo de los amigos se convirtió en un lugar aún más especial, lleno de alegría, risas y amor. Y aunque el bosque encantado desapareció misteriosamente, la magia de la verdadera amistad permaneció en sus corazones para siempre.
FIN.