El hada madrina de Bianca
Un día, Bianca estaba jugando en su habitación cuando de repente escuchó un ruido extraño que venía de su armario. Con valentía, se acercó y abrió la puerta del armario para ver qué había adentro.
- ¿Quién está ahí? - preguntó Bianca con voz temblorosa. - Soy yo, tu hada madrina - respondió una pequeña figura brillante que salió volando del fondo del armario. Bianca no podía creer lo que veía.
¡Tenía su propia hada madrina! La hada le explicó que había estado observándola durante mucho tiempo y sabía cuánto le gustaban las princesas, los unicornios y los arcoiris. Pero también sabía que Bianca tenía un gran corazón y quería ayudar a los demás.
- Quiero enseñarte algo muy importante - dijo el hada mientras sacaba un libro mágico de su bolsillo -. Este libro contiene historias sobre personas valientes y bondadosas que han logrado cosas increíbles gracias a sus habilidades especiales.
Bianca abrió el libro emocionada y comenzó a leer sobre una princesa llamada Rosa, quien luchó contra un dragón malvado para salvar a su pueblo. También leyó sobre un unicornio mágico llamado Estrella, quien ayudaba a las personas enfermas con sus poderes curativos.
Y por último, leyó sobre una niña llamada Luna, quien descubrió cómo hacer arcoiris con solo agua y luz solar. - Wow... esto es increíble - exclamó Bianca -.
¿Cómo puedo ser como ellos? La hada sonrió e hizo aparecer tres objetos mágicos: una espada, un cuerno de unicornio y una botella llena de agua. - La espada representa tu valentía, el cuerno representa tu bondad y la botella representa tu creatividad - explicó el hada -.
Usa estas herramientas para ayudar a los demás y lograr cosas increíbles. Bianca tomó los objetos con determinación y salió corriendo de su habitación.
En su camino, se encontró con su vecina Anita, quien estaba triste porque había perdido su muñeca favorita. - No te preocupes, Anita - dijo Bianca mientras sacaba la botella mágica -. ¡Vamos a hacer un arcoiris juntas para encontrarla! Las dos niñas llenaron la botella con agua y salieron al sol.
Bianca usó sus habilidades creativas para crear un prisma con cartón y cinta adhesiva, mientras que Anita sostuvo la botella en posición. Pronto, un hermoso arcoiris apareció frente a ellas y guió su camino hacia la muñeca perdida.
Más tarde ese día, Bianca se encontró con algunos niños mayores que estaban asustando a un gato callejero. Sin pensarlo dos veces, sacó su espada mágica y enfrentó a los niños malvados.
Con valentía les dijo que dejaran al gato en paz o tendrían que lidiar con ella. Los niños rápidamente huyeron del lugar dejando al gato en paz.
Al final del día, Bianca regresó a casa agotada pero feliz por todo lo que había logrado gracias a sus habilidades especiales. Se acostó en su cama rodeada de princesas, unicornios y arcoiris sabiendo que su hada madrina siempre estaría allí para guiarla en su camino hacia la grandeza.
FIN.