El hada Madrina de Josefina


Había una vez en un hermoso barrio de Buenos Aires, una niña llamada Josefina. Josefina era muy divertida y cariñosa, pero a veces le costaba seguir las instrucciones de sus padres y maestros.

Esto provocaba que tuviera problemas para jugar y compartir con sus amigos, ya que a menudo se enojaba y peleaba con ellos. Un día soleado, mientras Josefina jugaba en el parque con sus amigos Martín y Valentina, surgió una situación complicada.

Los tres estaban decidiendo qué juego jugar cuando Martín propuso jugar al fútbol. "¡Vamos a jugar al fútbol! ¿Qué les parece?" - dijo Martín emocionado. Josefina no quería jugar al fútbol, prefería jugar a la rayuela.

Pero en lugar de expresar lo que sentía, simplemente frunció el ceño y cruzó los brazos. "¡No quiero jugar al fútbol! ¡Es aburrido!" - exclamó Josefina molesta. Valentina intentó calmar la situación sugiriendo otra actividad, pero Josefina seguía terca en su postura.

Fue entonces cuando apareció la hada Madrina del Parque, quien había estado observando la escena desde lejos.

La hada Madrina se acercó a Josefina con ternura y le preguntó:"¿Por qué no quieres jugar al fútbol? A veces es divertido probar cosas nuevas". Josefina miró a la hada Madrina con curiosidad y decidió darle una oportunidad al juego de fútbol.

Para su sorpresa, ¡le encantó! Descubrió lo emocionante que podía ser patear la pelota y correr por el campo junto a sus amigos. Desde ese día, Josefina aprendió una valiosa lección: escuchar las ideas de los demás puede llevarnos a vivir experiencias maravillosas.

Comenzó a practicar cómo seguir instrucciones tanto en casa como en el jardín de infantes, mejorando cada día un poco más. Con el tiempo, Josefina se convirtió en una excelente amiga que sabía compartir y disfrutar de todo tipo de juegos con los demás niños.

Ya no se enojaba ni peleaba tanto como antes, pues había aprendido lo importante que era respetar las opiniones e ideas de los demás.

Y así fue como Josefina descubrió que aprender a seguir instrucciones no solo era útil para cumplir reglas, sino también para abrirse a nuevas aventuras y fortalecer sus amistades.

Con la ayuda de su hada Madrina del Parque y su determinación para mejorar cada día, ¡logró convertirse en una niña ejemplar! Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerden siempre escuchar a los demás ¡y estarán listos para vivir muchas historias felices juntos!

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