El hada mariposa y la confianza mágica


Había una vez en la ciudad de Buenos Aires una universitaria llamada Agustina. Era muy inteligente, pero también muy insegura y ansiosa.

Siempre se preocupaba por si iba a poder superar los desafíos que se le presentaban en la universidad. Un día, Agustina estaba en su habitación estudiando para un examen importante. Estaba tan nerviosa que no podía concentrarse. De repente, escuchó un ruido extraño que venía del jardín de su casa.

Curiosa, salió a ver qué era. En el jardín, encontró a una pequeña mariposa azul que parecía estar atrapada entre las ramas de un árbol. Agustina sintió empatía por la mariposa y decidió ayudarla.

Con mucho cuidado, logró liberarla y la mariposa revoloteó alegremente alrededor de ella antes de desaparecer en el cielo. -¡Gracias por ayudarme! -dijo la mariposa con una voz dulce. Agustina se quedó sorprendida al escuchar hablar a la mariposa, pero también se sintió feliz de haberla ayudado.

-¿Cómo es que puedes hablar? -preguntó Agustina con curiosidad. -Soy una hada disfrazada de mariposa -respondió la criatura mágica-. He estado observándote y sé que estás pasando por momentos difíciles.

Quiero ofrecerte algo especial como agradecimiento por tu bondad. La hada extendió su varita mágica y tocó suavemente la frente de Agustina. En ese momento, Agustina sintió una calidez reconfortante recorrer todo su cuerpo. Su inseguridad y ansiedad desaparecieron como por arte de magia.

-A partir de ahora tendrás la confianza y valentía necesarias para enfrentar cualquier desafío que se te presente -dijo el hada con una sonrisa-. Recuerda siempre lo inteligente y capaz que eres.

Agustina agradeció profundamente al hada por su regalo y regresó a su habitación llena de energía positiva. Estudió con determinación para su examen, confiando en sus habilidades y sabiendo que podía lograrlo.

El día del examen llegó y Agustina lo hizo excepcionalmente bien, sorprendiendo a todos sus profesores y compañeros con su seguridad y conocimientos. Desde ese día en adelante, Agustina siguió brillando en la universidad, recordando siempre las palabras del hada: "Confía en ti misma".

Y así, gracias a la ayuda mágica del hada disfrazada de mariposa, Agustina aprendió a creer en sí misma y nunca más permitió que sus inseguridades le impidieran alcanzar sus metas.

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