El Hada Solidaria y la Niña del Bosque



En el bosque verde, con flores y sol,

el viento susurra, canta y da calor.

Una niña llamada Lila, tan dulce y tan bella,

jugaba en la tierra, ¡era una maravilla!

Un día de primavera, Lila escuchó,

una voz suave que al viento llegó.

"Hola, pequeña, ven aquí, por favor,

soy Lulú, el hada, ¡y tengo un gran amor!"

Lila asombrada, miró hacia el cielo,

y vio a un hada que brillaba como un anhelo.

"¿Qué es lo que quieres, hada de luz?

¿Me mostrarás magia, un hermoso hechizo en tu cruz?"

Lulú sonrió y dijo con cariño:

"Claro que sí, pero escucha mi guiño.

Hay un pequeño problema en nuestro lugar,

los animales de este bosque necesitan ayudar."

"¿Ayudar?", preguntó Lila con curiosidad.

"¿Cómo puedo hacerlo? Quiero de verdad."

"Vente conmigo, ven a volar,

te enseñaré cómo puedes ayudar.

Mira a esa ardilla, ¿ves cómo está?

No tiene su hogar, lo perdió al pasar."

Lila pensó un momento, con gran compasión,

"Le daremos un nido, ¡será mi misión!

Con ramas y hojas, lo haremos bien,

y así tendrá casa, eso es lo que haré."

Lulú brilló, muy contenta y feliz,

y juntas ayudaron, ¡vaya que sí!

Hicieron un nido en el árbol más alto,

y la ardilla agradecida les dio un gran salto.

"¡Gracias, amigas! ¡Son un gran amor!

Con su ayuda, yo tengo un hogar."

Siguieron su rumbo, ya estaban muy unidas,

encuentran a un pato con patas perdidas.

"Oh, pobrecito, no puede nadar,

le ayudaremos, esto podemos cambiar."

Con hojas y río, hicieron una balsa,

y el pato sonriendo dijo: "¡Qué gran salsa!

Juntas somos fuertes, eso hay que recordar,

ser solidarias es lo mejor al andar."

Lila reía y danzaba sin parar,

"Este mundo es bello cuando hay que ayudar.

¡Qué divertido es ser solidaria!

Con un poco de amor, todo se ilumina!"

Lulú el hada, brilló como estrella,

"Así se hace, Lila, ¡tú eres una bella!

Cada vez que ayudas, un rayo de sol,

el bosque se alegra, y tú sientes su amor."

Y así continuaron, con risas y sueños,

y Lila aprendió que hay grandes pequeños

que siempre sonrisas, siempre hay que dar.

Ser solidarios, ¡es lo mejor al amar!

Así termina el cuento, en un bosque soñado,

con un hada y una niña, un lazo sagrado.

Recuerda, pequeña, en tu caminar,

ayuda a los otros, ¡y brillarás más!

Gracias, Lulú, por enseñarme esta canción,

ser solidaria es la mejor opción.

Y en cada rincón, de este gran hogar,

verás que ayudar es un hermoso cantar.

FIN.

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