El hallazgo de Emma
En un mundo devastado por una catástrofe, donde la esperanza parecía estar perdida, vivía una familia conformada por el abuelo Tomás, la mamá Sofía y sus tres hijos: Valentina, Martín y Lucía.
Se habían refugiado en un pequeño campamento junto a otros sobrevivientes, luchando cada día por conseguir comida y agua. Un día, mientras exploraban los alrededores en busca de recursos, se encontraron con una niña perdida llamada Emma.
Estaba sola y asustada, sin saber cómo había llegado hasta allí. La familia decidió llevarla con ellos al campamento, donde todos la recibieron con amabilidad y cariño. "¿Cómo te llamas? ¿Dónde están tus papás?" preguntó preocupada Sofía. "Me llamo Emma.
Estaba con mis papás cuando todo se puso feo. Ellos me dijeron que corriera y me escondiera. No sé qué pasó después", respondió entre sollozos la niña.
La familia entendió el dolor que Emma estaba sintiendo al haber perdido a sus padres en medio del caos del mundo post apocalíptico. Decidieron cuidar de ella como si fuera parte de su propia familia. Con el tiempo, Emma se adaptó al campamento y se convirtió en una más de la familia.
Juntos trabajaban duro para sobrevivir, compartiendo lo poco que tenían con generosidad y solidaridad. Pero un día, durante un ataque sorpresa de saqueadores, el abuelo Tomás resultó gravemente herido tratando de proteger a los demás.
A pesar de los esfuerzos por salvarlo, falleció dejando un vacío inmenso en sus seres queridos. El dolor de la pérdida golpeó fuertemente a la familia, pero también les recordó lo importante que era mantenerse unidos en momentos difíciles.
Decidieron honrar la memoria del abuelo Tomás siguiendo adelante juntos, apoyándose mutuamente y valorando cada momento compartido.
Con el tiempo, el campamento se convirtió en un hogar lleno de amor y esperanza gracias a la amabilidad demostrada por esa familia valiente que supo enfrentar las adversidades del mundo post apocalíptico con coraje y determinación. Y así, entre risas y lágrimas, construyeron juntos un nuevo comienzo donde el amor familiar era su mayor fortaleza ante cualquier desafío que pudiera presentarse en el futuro incierto que les aguardaba.
FIN.