El hechizo de la bruja del bosque
Emma y su hermanito Lucas vivían en una pequeña cabaña en el medio del bosque. Su padre, un leñador, había fallecido hace unos años y su madre había enfermado gravemente poco después.
Emma, con apenas 12 años, tuvo que hacerse cargo de su hermano menor y de la casa. Un día, mientras buscaban leña para calentar la casa, se encontraron con una anciana extraña que les ofreció dulces.
Pero Emma recordó las historias que su padre solía contarle sobre la bruja malvada del bosque y rechazó los dulces educadamente. La anciana se puso furiosa y reveló ser la bruja malvada. Lanzó un hechizo sobre ellos y los dejó atrapados dentro de una jaula mágica.
"¡No podemos quedarnos aquí! Tenemos que escapar" -dijo Emma a su hermano mientras intentaba encontrar una manera de liberarse. "¿Cómo lo haremos? La bruja es muy poderosa" -respondió Lucas asustado. Pero Emma no se dio por vencida.
Recordando las enseñanzas de su padre sobre el valor y la perseverancia, comenzó a idear un plan para escapar. Cada noche, cuando la bruja dormía profundamente, Emma susurraba palabras mágicas para debilitar los barrotes de la jaula.
Y finalmente llegó el día en que pudieron escapar sin despertar a la bruja. Pero sabían que tendrían que enfrentarse nuevamente a ella si querían vivir tranquilos en el bosque. Así que decidieron buscar ayuda en el pueblo cercano donde vivía su abuela.
Con la ayuda de su abuela y otros aldeanos, Emma y Lucas planearon un ataque contra la bruja malvada. Y aunque fue una batalla difícil, lograron vencerla gracias a la valentía y astucia de Emma.
"Eres muy valiente, Emma" -dijo Lucas orgulloso de su hermana mientras regresaban a casa victoriosos. "No lo hubiera logrado sin tu apoyo" -respondió Emma sonriendo. Desde ese día en adelante, no volvieron a tener problemas con la bruja malvada.
Pero Emma nunca olvidó las lecciones que aprendió en esa aventura: el valor de enfrentar los miedos, la importancia del trabajo en equipo y el poder de creer en uno mismo.
FIN.