El hechizo de la gratitud y la amabilidad
Título: El secreto de las palabras mágicasHabía una vez en un bosque encantado, un grupo de animalitos que vivían felices y en armonía. Había conejitos saltarines, pajaritos cantarines y ardillas juguetonas.
Todos se llevaban muy bien, excepto por un pequeño problema: el zorrito Zorrocito, quien tenía la costumbre de decir malas palabras cuando se enojaba. Un día, la paz del bosque se vio amenazada cuando una bruja malvada decidió lanzar un hechizo sobre los habitantes del lugar.
La bruja dijo: "¡A partir de hoy, todas las palabras que salgan de la boca de Zorrocito serán maldiciones que causarán problemas en el bosque!"Los animalitos estaban asustados y no sabían qué hacer.
Decidieron ir a ver a la sabia lechuza Luminosa, quien vivía en lo alto de un árbol milenario. "Luminosa, necesitamos tu ayuda", dijeron los animalitos al unísono.
La lechuza los escuchó con atención y les explicó que la única forma de romper el hechizo era encontrar las tres palabras mágicas escondidas en lo más profundo del bosque. Estas palabras debían ser dichas por Zorrocito con amor y bondad para contrarrestar las malas palabras que decía sin darse cuenta.
Los animalitos emprendieron entonces una emocionante aventura por el bosque, enfrentando todo tipo de desafíos y peligros. En su camino se encontraron con el hada Risueña, quien les dio una pista sobre la primera palabra mágica: —"Gratitud" .
"Zorrocito, debes aprender a agradecer por todo lo bueno que tienes a tu alrededor", le dijo el conejito Saltarín con ternura. El zorrito reflexionó y pronunció la palabra —"Gratitud" con sinceridad.
De repente, una luz brillante iluminó el bosque y las malas palabras desaparecieron como por arte de magia. Pero aún quedaban dos palabras mágicas por descubrir. Los animalitos continuaron su viaje y después de superar varios obstáculos llegaron ante un lago cristalino donde se encontraba la sirena Cantarina.
"La segunda palabra mágica es —"Amabilidad" ", canturreó la sirena con su dulce voz. Zorrocito entendió entonces que era importante tratar a los demás con amabilidad y respeto, incluso cuando estaba molesto o frustrado.
Pronunció la palabra —"Amabilidad" con cariño y otra vez el bosque se llenó de luz sanadora. Solo faltaba una última palabra para romper completamente el hechizo. Los animales siguieron adelante hasta llegar a una cueva oscura donde habitaba el duende Travieso.
"La tercera palabra mágica es "Perdón"", susurró el duende mientras jugueteaba con sus barbas puntiagudas. Zorrocito recordó todas las veces que había herido a sus amigos con sus malas palabras y sintió pesar en su corazón.
Con humildad pidió perdón a cada uno de ellos y finalmente pronunció la palabra "Perdón". En ese instante, una explosión de alegría envolvió al bosque entero. El hechizo fue roto definitivamente y Zorrocito ya no volvió a decir más malas palabras nunca más.
Desde ese día, todos los habitantes del bosque aprendieron que las verdaderas palabras mágicas eran aquellas cargadas de gratitud, amabilidad y perdón. Y juntos vivieron felices para siempre en armonía y paz.
FIN.