El hechizo de la luciérnaga dorada
En un reino lejano, vivía una princesa llamada Sofía. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un sapo que le habló. "Soy un príncipe atrapado en el cuerpo de un sapo por un hechizo malvado", le explicó.
La princesa, conmovida por la historia del sapo, decidió ayudarlo a romper el hechizo. Juntos emprendieron un viaje en busca de la cura, pero en el camino se toparon con un cocodrilo hambriento que intentó devorarlos.
Con valentía y astucia, la princesa logró persuadir al cocodrilo de que los dejara seguir su camino. Finalmente, llegaron al árbol sagrado donde habitaba la mágica luciérnaga dorada, la única capaz de romper el hechizo.
La luciérnaga les propuso una serie de desafíos para comprobar la pureza de su intención. Tras superarlos, la luciérnaga dorada accedió a ayudarlos. Gracias a su luz dorada, el sapo recuperó su forma humana y, para sorpresa de la princesa, resultó ser un príncipe de un reino vecino.
Agradecido, el príncipe le pidió a Sofía que se casara con él y ella aceptó. Juntos, gobernaron en paz y armonía, siempre recordando la lección de valentía, amistad y perseverancia aprendida en su inolvidable aventura.
FIN.