El hechizo del centro comercial maldito
Era un día soleado y los tres amigos, Bauti, Anthony y Agus, estaban emocionados por ir de compras al nuevo shopping que habían inaugurado en su ciudad.
Con sus mochilas llenas de ilusiones y expectativas, se dirigieron hacia el lugar. Al llegar, quedaron maravillados con la magnitud del edificio. Era enorme y reluciente, con vidrios brillantes que reflejaban el sol. Se adentraron en el shopping y comenzaron a recorrer las diferentes tiendas de ropa, zapatos y juguetes.
Pero a medida que avanzaban por los pasillos, notaron algo extraño: no había nadie más allí. Las luces empezaron a parpadear hasta apagarse completamente. En la oscuridad total, los amigos se miraron asustados.
- ¡¿Qué está pasando? ! -exclamó Bauti tembloroso. - No lo sé... ¡pero esto es realmente escalofriante! -respondió Anthony nervioso. Agus intentó mantener la calma y propuso:- Tal vez deberíamos buscar una salida o alguien que nos pueda ayudar.
Se tomaron de las manos formando una cadena humana para no perderse entre tanta oscuridad e iniciaron su búsqueda. A medida que avanzaban por los pasillos desiertos, escuchaban ruidos extraños y murmullos lejanos que les ponían aún más nerviosos.
De repente, encontraron una puerta entreabierta. La empujaron lentamente y se encontraron en un cuarto lleno de muñecas antiguas con aspecto tenebroso. Bauti retrocedió asustado mientras Anthony y Agus se acercaron a investigar.
- ¡Miren esto! -exclamó Agus sorprendido, sosteniendo una carta en su mano-. Dice que este shopping fue abandonado hace muchos años por un hechizo malvado. Los tres amigos se miraron asombrados. No podían creer lo que estaban leyendo.
La carta continuaba explicando que para romper el hechizo y devolver la vida al shopping, debían encontrar cinco objetos mágicos escondidos dentro del edificio. Animados por la posibilidad de resolver el misterio, decidieron seguir adelante y buscar los objetos.
Cada uno tenía una pista para encontrarlos y juntos formaban un mapa que les guiaría hacia la salida. Recorrieron cada rincón del shopping fantasma: desde las escaleras mecánicas hasta el patio de comidas vacío.
Encontraron una caja musical encantada en una tienda de antigüedades, un espejo mágico en el baño abandonado y un reloj parlante en la sala de cine desierta. Con cada objeto encontrado, las luces comenzaron a encenderse poco a poco, iluminando nuevamente el lugar.
El ambiente tenebroso se transformó en uno lleno de color y alegría. Finalmente, llegaron al último lugar indicado por las pistas: la terraza del techo. Allí encontraron una linterna brillante que emitía destellos luminosos al ser activada.
Al hacerlo, escucharon un estruendo proveniente del cielo y vieron cómo el sol volvía a brillar con fuerza sobre ellos. El shopping cobró vida nuevamente; las tiendas se llenaron de personas y risas, los empleados volvieron a sus puestos y la música comenzó a sonar por todo el lugar.
Bauti, Anthony y Agus se abrazaron emocionados. - ¡Lo logramos! -exclamaron al unísono. El shopping fantasma se convirtió en el más popular de la ciudad gracias a la valentía y determinación de esos tres amigos.
A partir de ese día, Bauti, Anthony y Agus aprendieron que juntos podían superar cualquier obstáculo y que siempre había magia en las cosas más inesperadas.
Y así, con una gran sonrisa en sus rostros, continuaron disfrutando de su día de compras en aquel maravilloso shopping lleno de aventuras.
FIN.