El helado de amistad
Valeria y Anthony eran dos amigos inseparables que estudiaban juntos en la universidad. Un día, decidieron ir a comer encebollado en el puesto de Don José, un famoso vendedor ambulante de comida deliciosamente picante.
Mientras disfrutaban de su comida, notaron a su amigo Andrés caminando tristemente por el campus. Andrés parecía tener antojo de un helado, pero su dinero se había terminado luego de comprar sus materiales de estudio.
Valeria y Anthony, quienes siempre habían sido solidarios, decidieron ayudar a su amigo. - Andrés, ¿qué te parece si compartimos un poco de nuestro encebollado y después vamos todos juntos por un helado? – propuso Valeria con una sonrisa. Andrés, sorprendido por la generosidad de sus amigos, aceptó emocionado.
Juntos, compartieron el encebollado y luego fueron a buscar el helado. En el camino, se encontraron con varios compañeros de clase que se unieron al plan y formaron un alegre grupo.
Al llegar a la heladería, descubrieron que Don Carlos, el dueño, estaba buscando ayuda extra para atender la gran cantidad de clientes. Valeria, Anthony y Andrés se ofrecieron a trabajar un rato a cambio de los helados de todos.
La solidaridad y el esfuerzo de los tres amigos llamaron la atención de Don Carlos, quien les ofreció un empleo de medio tiempo en la heladería. A partir de ese día, Valeria, Anthony y Andrés disfrutaron de inolvidables momentos trabajando juntos, compartiendo risas y sabrosos helados.
Aprendieron el valor de la amistad, la solidaridad y el trabajo en equipo. Y aunque seguían con sus estudios en la universidad, ahora también disfrutaban de su amado helado en cada jornada laboral en la heladería de Don Carlos.
FIN.