El helado perdido
Pedro estaba agotado después de un largo día de aventuras con su abuelo. Montaron en la guagua y fueron a comer helado. Mientras disfrutaban de este delicioso premio, la mamá de Pedro llamó para regañarlo porque no había cenado.
Poco después, al llegar a casa, se encontraron con su hermano llorando. ¡Pobre Ernesto se había perdido el helado con el abuelo! Pedro sabía que tenía que hacer algo.
Con la ayuda de su abuelo, emprendieron una búsqueda por toda la casa. Finalmente, encontraron a Ernesto escondido en el jardín. Pedro comprendió que a veces es fácil perderse en la diversión, pero lo más importante es cuidar y proteger a quienes amamos.
Desde ese día, los tres hermanos estaban más unidos que nunca, aprendiendo la importancia de la responsabilidad y el cuidado mutuo.
FIN.