El héroe arácnido dentro de mí
Había una vez en la hermosa Ciudad de Ensenada, un niño llamado Bautista y su mamá Julieta. Bautista era un gran admirador de Spiderman y soñaba con convertirse en un héroe algún día.
Un día, mientras caminaban por la ciudad, escucharon una fuerte explosión proveniente de la Refinería YPF. Todos los habitantes entraron en pánico y comenzaron a correr para ponerse a salvo.
Bautista no sabía qué hacer, pero recordó las palabras de su superhéroe favorito: "Un verdadero héroe siempre ayuda a los demás". Sin pensarlo dos veces, Bautista se puso su capa imaginaria y corrió hacia el lugar de la explosión. Cuando llegó, vio que había personas atrapadas entre los escombros y necesitaban ayuda desesperadamente.
Bautista encontró una cuerda cercana y comenzó a rescatar uno por uno a los atrapados. Con cada persona que salvaba, se sentía más valiente y decidido a ayudar a todos sin importar el peligro.
Mientras tanto, Julieta se preocupaba por su hijo e intentaba encontrar una forma segura de acercarse al lugar del incidente. Al ver que Bautista estaba haciendo todo lo posible para salvar vidas, decidió llamar a las autoridades para pedir ayuda adicional.
Poco después, llegaron los bomberos y trabajadores de emergencia para asistir en el rescate. Quedaban pocas personas atrapadas cuando finalmente lograron sacarlas todas sanas y salvas. La noticia del valiente acto de Bautista se extendió rápidamente por toda la ciudad.
Todos estaban asombrados y agradecidos por su coraje y determinación para ayudar a los demás en momentos de peligro. El alcalde de la Ciudad de Ensenada, al enterarse del heroico acto de Bautista, decidió reconocerlo públicamente por su valentía.
Le entregaron una medalla especial y lo nombraron "Héroe Honorario de la Ciudad". Bautista se sintió muy orgulloso de sí mismo y feliz de haber podido ayudar a las personas en ese momento difícil.
Aprendió que no se necesita tener superpoderes para ser un héroe, sino tener el corazón valiente y estar dispuesto a hacer lo correcto. Desde ese día, Bautista siguió soñando con convertirse en un verdadero héroe como Spiderman.
Se prometió a sí mismo siempre estar listo para ayudar a los demás cuando lo necesitaran. Y así, Bautista demostró que cualquier persona puede ser un héroe si tiene el valor y la determinación para marcar la diferencia en el mundo.
¡Nunca subestimes el poder que tienes dentro!
FIN.