El héroe dentro de mí



Había una vez un niño llamado Lucas, que tenía problemas de salud desde que nació. Pasaba la mayor parte del tiempo en el hospital, y aunque los médicos hacían todo lo posible por ayudarlo, su vida era muy difícil.

Un día, mientras estaba acostado en su cama de hospital, Lucas cerró los ojos y comenzó a soñar. En su sueño, se encontraba en una ciudad llena de rascacielos y gente apresurada caminando por las calles.

De repente, escuchó un fuerte estruendo y vio cómo una enorme nave espacial descendía del cielo. Del interior salió un hombre vestido con un traje rojo y azul con una gran —"S"  en el pecho. - ¡Hola! -dijo el hombre-.

Soy Superhéroe. Vine a salvarte. Lucas no podía creer lo que estaba viendo. ¿Realmente estaba hablando con un superhéroe? - ¿Cómo puedes ayudarme? -preguntó Lucas. - Tengo muchos poderes especiales -respondió Superhéroe-.

Puedo volar muy rápido, tengo súper fuerza y puedo curar cualquier enfermedad con mis manos mágicas. Lucas sonrió al escuchar esto último. Tal vez este superhéroe podría hacer algo para ayudarlo después de todo.

Superhéroe le dio la mano a Lucas y juntos despegaron hacia el cielo. Mientras volaban sobre la ciudad, Superhéroe le mostraba todas sus habilidades: levantaba coches con facilidad y corría tan rápido como un rayo. Finalmente llegaron al hospital donde estaba internado Lucas.

Allí, Superhéroe utilizó sus manos mágicas para sanar las heridas de Lucas y hacer desaparecer todas sus enfermedades. Lucas se sentía más fuerte que nunca antes. - ¡Gracias, Superhéroe! -exclamó Lucas-. ¿Cómo puedo agradecerte? - No tienes nada que agradecerme -respondió Superhéroe-.

Solo recuerda siempre que eres un héroe también. Eres valiente y fuerte, y puedes vencer cualquier obstáculo si te lo propones. Con estas palabras, Superhéroe desapareció en el cielo dejando a Lucas con una nueva sensación de esperanza y determinación.

Sabía que todavía tenía un largo camino por delante, pero ahora se sentía fortalecido para enfrentar cualquier desafío. Desde ese día en adelante, Lucas nunca volvió a sentirse solo o indefenso.

Recordaba las palabras de Superhéroe cada vez que necesitaba algo de fuerza extra para luchar contra su enfermedad.

Y aunque no había ningún superhéroe real para salvarlo en la vida real, sabía que él mismo era su propio héroe y podía vencer cualquier cosa con coraje y determinación.

FIN.

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