El héroe en potencia
Santino era un niño común y corriente, pero con un secreto muy especial: tenía super poderes. Podía volar, levantar objetos pesados con facilidad y hasta crear pequeñas explosiones con sus manos.
Sin embargo, Santino no sabía cómo controlar sus habilidades. Un día, mientras jugaba en el parque, Santino vio a una mujer mayor que estaba tratando de cargar unas bolsas muy pesadas. Él decidió ayudarla y usó sus poderes para levantarlas sin problema alguno.
La mujer se sorprendió al ver lo fuerte que era el niño y le preguntó cómo había logrado hacer eso. Santino le confesó su secreto: tenía super poderes.
La mujer sonrió y le dijo: "Eso es maravilloso, pero recuerda que tus habilidades vienen con una gran responsabilidad". Le contó la historia del famoso héroe Spider-Man y cómo él también tuvo que aprender a usar sus poderes para hacer el bien.
Santino entendió la importancia de ser responsable con sus habilidades y decidió practicar diariamente para mejorar su control sobre ellas. Con el tiempo, se convirtió en un verdadero héroe de su ciudad.
Un día, mientras volaba por los cielos buscando algún problema que resolver, escuchó unos gritos desesperados provenientes de una casa cercana. Al acercarse al lugar descubrió que había un incendio en la casa y varias personas estaban atrapadas adentro.
Santino no dudó ni un segundo e ingresó a la casa usando su fuerza sobrehumana para abrir puertas bloqueadas y rescatar a las personas atrapadas. Gracias a su valentía y habilidades, pudo salvar a todos los que estaban dentro de la casa. Después de este incidente, Santino se convirtió en un héroe muy admirado por su comunidad.
Aprendió que sus poderes eran una bendición pero también una gran responsabilidad. Y así, decidió usarlos siempre para ayudar a los demás y hacer del mundo un lugar mejor.
"¡Gracias por salvarnos!"- gritaron las personas rescatadas mientras lo abrazaban. "No hay problema -respondió Santino con orgullo-. ¡Eso es lo que hacen los superhéroes!".
FIN.