El hilado de Sofía



Había una vez, en un pequeño pueblo de las montañas de Ecuador, una niña llamada Sofía que siempre había admirado los hermosos tejidos que creaba María.

Desde muy pequeña, Sofía soñaba con aprender el arte del tejido y crear sus propias obras maestras como lo hacía la talentosa artesana. Un día, decidida a cumplir su sueño, Sofía se acercó tímidamente a la casa de María.

La artesana la recibió con una cálida sonrisa y le ofreció enseñarle los secretos del tejido. Con paciencia y dedicación, María compartió con Sofía sus conocimientos y habilidades, enseñándole cómo combinar colores, tejer patrones y dar vida a cada pieza con amor y creatividad.

Día tras día, Sofía practicaba junto a María, perfeccionando su técnica y dejando volar su imaginación en cada puntada. Pronto, las manos de la niña adquirieron destreza y empezaron a crear hermosos tejidos llenos de significado y belleza.

Una tarde soleada, mientras trabajaban juntas en un nuevo proyecto, María le dijo a Sofía: "-Cada puntada cuenta una historia, querida Sofía. En nuestros tejidos plasmamos no solo nuestra cultura y tradiciones, sino también nuestros sueños y emociones más profundas.

"Sofía asintió con emoción, sintiendo el peso de las palabras de María en su corazón. Esa noche, cuando regresó a su hogar, decidió tejer un tapiz especial que contara la historia de su familia y sus raíces indígenas con hilos llenos de amor y gratitud.

El tiempo pasó y Sofía se convirtió en una talentosa artesana de tejidos al igual que María. Juntas creaban piezas únicas que eran admiradas en todo el pueblo por su belleza y simbolismo.

La joven aprendiz había encontrado no solo un arte que amaba, sino también una forma de conectar con sus raíces y transmitir historias a través de sus creaciones.

Así, entre risas y puntadas compartidas, María y Sofía continuaron tejiendo juntas en las montañas de Ecuador donde el sol seguía besando la tierra cada mañana; dos mujeres fuertes cuyas manos convertían simples hilos en poderosos relatos que perdurarían por generaciones.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!