El hincha solidario de Racing


Había una vez un niño llamado Martín que era hincha de Racing. Desde pequeño, su abuelo lo llevaba al estadio y juntos disfrutaban de los partidos del equipo de sus amores.

Un día, Martín estaba emocionado porque iba a ver el partido más importante del año: la final contra su clásico rival. Se vistió con la camiseta de Racing, se puso su gorra y salió con su abuelo hacia el estadio.

Al llegar al estadio, Martín se encontró rodeado por hinchas del otro equipo que le gritaban y le decían cosas feas. Pero él no les hizo caso y siguió caminando junto a su abuelo hasta las gradas.

Cuando comenzó el partido, Racing jugó muy bien y marcó un gol temprano. Los hinchas de Racing estaban eufóricos mientras que los del otro equipo se enojaron aún más con ellos.

En ese momento, uno de los hinchas rivales lanzó una botella desde arriba y golpeó a una señora que estaba sentada detrás de Martín. La señora comenzó a llorar y todos los demás espectadores se alarmaron. Martín pensó en lo mal que se debía sentir la señora en ese momento y decidió hacer algo al respecto.

Le dijo a su abuelo:-Abu, ¿podemos ayudarla? -Claro hijo -respondió su abuelo-. Vamos a ver si está bien. Martín tomó la mano de la señora y la ayudaron a salir del estadio para llevarla al puesto médico.

Mientras tanto, el partido continuaba pero ya no había tanta emoción en las gradas. Cuando la señora se sintió mejor, Martín y su abuelo regresaron al estadio.

Al llegar, se encontraron con una sorpresa: los hinchas del otro equipo habían comenzado a insultarlos de nuevo, pero esta vez otros hinchas de Racing les defendieron y les ayudaron a encontrar sus asientos. Martín se emocionó al ver que los hinchas de su equipo eran amables y solidarios.

Juntos disfrutaron el resto del partido sin problemas. Al final, Racing ganó 2-0 y todos los hinchas celebraban en las calles.

Martín aprendió algo importante ese día: que no importa cuál sea tu equipo o tus creencias, siempre es mejor ser amable y solidario con los demás. Y así fue como se convirtió en un hincha ejemplar de Racing, respetado por todos en el estadio.

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