El Hogar de Copito
Había una vez un hermoso conejo blanco llamado Copito. Vivía en un bosque encantador, rodeado de árboles altos y flores coloridas.
Aunque disfrutaba de su vida en la naturaleza, Copito anhelaba tener una familia con la que pudiera compartir su amor y alegría. Un día, mientras exploraba el bosque, Copito escuchó risas provenientes de un claro cercano. Se acercó sigilosamente y vio a una familia de liebres jugando juntas.
Eran tan felices que Copito sintió un profundo deseo de formar parte de algo así. Decidido a encontrar una familia propia, Copito decidió preguntarle al sabio búho del bosque cómo podría hacerlo.
El búho le explicó que para encontrar una familia, primero debía aprender a ser valiente y confiar en sí mismo. Copito tomó las palabras del búho como un desafío personal y se propuso demostrar su valentía. Decidió embarcarse en una aventura para ayudar a los demás animales del bosque.
En su primera misión, encontró a una ardilla atrapada enredada en unas ramas altas. Sin pensarlo dos veces, saltó hacia arriba y liberó a la ardilla con sus hábiles patitas.
La noticia sobre el acto heroico de Copito se extendió rápidamente por el bosque. Pronto todos los animales supieron que había un conejo blanco valiente dispuesto a ayudarlos. Una mañana soleada, mientras buscaba más oportunidades para ayudar a otros, Copito escuchó llantos provenientes del lago cercano.
Se acercó y vio a un patito solitario que no podía encontrar a su mamá. Sin pensarlo dos veces, Copito saltó al agua y nadó hasta el pequeño patito. Lo llevó de vuelta a su madre, quien estaba muy agradecida.
El patito se convirtió en el mejor amigo de Copito y juntos continuaron ayudando a los animales del bosque. Cada vez que alguien necesitaba ayuda, Copito estaba allí para ofrecer su amor incondicional y apoyo.
Un día, mientras caminaban por el bosque, Copito y el patito encontraron una madriguera abandonada. Era perfecta para convertirla en un hogar acogedor. Decidieron arreglarla y hacerla suya.
Cuando la noticia sobre la nueva casa de Copito se corrió por el bosque, muchos animales mostraron interés en vivir con él. Pronto, la madriguera se llenó de risas y alegría, ya que todos los animales formaron una gran familia. Copito finalmente logró cumplir su sueño de tener una familia propia.
Aprendió que ser valiente no solo implicaba enfrentarse a peligros físicos, sino también abrirse al amor y confiar en los demás. Desde ese día en adelante, Copito vivió feliz rodeado de sus amigos animales en esa hermosa madriguera del bosque encantador.
FIN.