El Hogar de Laguna


Había una vez, en un hermoso pueblo rodeado de naturaleza, una casa muy especial llamada Casa Sol. Esta casa era mágica, porque cada día se convertía en el hogar de diferentes animales que necesitaban ayuda y amor.

Un día soleado, Perrito estaba caminando por el bosque cuando vio a Laguna, una pequeña tortuga perdida. Sin pensarlo dos veces, Perrito decidió llevarla a Casa Sol para que estuviera a salvo.

Al llegar a la casa, Perrito llamó a la puerta y Sapo abrió emocionado. Sapo era el dueño de Casa Sol y siempre estaba feliz de recibir nuevos amigos. "¡Hola Perrito! ¿Quién es tu nuevo amigo?"- preguntó Sapo con curiosidad.

"Este es Laguna, se perdió en el bosque y decidí traerla aquí para cuidarla"- respondió Perrito con alegría. Sapo sonrió y les mostró un lugar cálido y acogedor dentro de la casa donde Laguna podría descansar.

Mientras tanto, ellos se sentaron alrededor de la mesa para planear cómo ayudarían a Laguna a encontrar su hogar nuevamente.

Después de pensar mucho tiempo sobre cómo podrían resolver este problema, perrito tuvo una idea brillante: irían al lago más cercano para buscar pistas sobre dónde vivía Laguna antes de perderse. Cuando llegaron al lago, encontraron huellas frescas que indicaban que alguien había estado allí recientemente. Siguiendo las huellas hasta el otro lado del lago, encontraron una pequeña madriguera donde vivía Conejita. "Hola Conejita", dijo Perrito amablemente.

"Estamos buscando el hogar de Laguna, ¿sabes algo?"Conejita parecía preocupada y les contó que había visto a Laguna jugando cerca del río hace unos días. Todos decidieron ir al río para buscar más pistas.

Al llegar al río, vieron un viejo tronco flotando en el agua. Sapo tuvo una idea: podrían subirse al tronco y navegar por el río para encontrar más pistas sobre dónde vivía Laguna.

Mientras navegaban por el río, encontraron una pequeña isla con un árbol gigante en medio. Decidieron explorar la isla y allí encontraron a Pájaro, quien les dijo que había visto a Laguna nadando hacia una cueva cercana.

Sin perder tiempo, todos corrieron hacia la cueva y dentro encontraron a Laguna abrazada por su mamá tortuga. Estaba tan feliz de haber encontrado su hogar nuevamente. Laguna se despidió de sus nuevos amigos y los invitó a visitarla siempre que quisieran.

Regresaron a Casa Sol con una gran sonrisa en sus rostros porque habían ayudado a un amigo necesitado. Desde ese día, Perrito, Sapo, Conejita y Pájaro se convirtieron en grandes amigos y continuaron ayudando a otros animales perdidos o heridos que llegaban a Casa Sol.

Y así fue como esta historia nos enseñó la importancia de la amistad, la solidaridad y cómo trabajar juntos puede hacer grandes cosas.

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