El hogar de Michi
Había una vez un gato llamado Michi que tenía 20 años de edad. A pesar de ser un poco viejo, Michi era muy activo y le encantaba jugar con su pelota favorita.
Un día, Michi se encontró en la calle sin hogar ni comida. Pero afortunadamente, una chica llamada Mari lo encontró y lo llevó a su casa. Desde ese momento, Mari cuidó de Michi con mucho amor y dedicación.
Le daba comida deliciosa, agua fresca y juguetes nuevos para que pudiera divertirse. Michi estaba muy feliz viviendo con Mari. Él sabía que ella lo quería mucho y siempre estaría allí para él cuando lo necesitara.
Un día, mientras Mari estaba trabajando en su computadora, Michi decidió explorar el vecindario. Caminó por las calles durante horas hasta que finalmente encontró un parque hermoso lleno de árboles altos y flores coloridas. Pero al intentar regresar a casa, Michi se perdió.
No podía encontrar el camino de regreso a casa y comenzó a sentirse muy triste. Mari notó la ausencia de Michi rápidamente e inmediatamente comenzó a buscarlo por toda la ciudad. Preguntaba a todos los vecinos si habían visto al pequeño gato perdido.
Finalmente alguien le dijo que había visto un gato similar en el parque cercano. Mari corrió hacia allí inmediatamente. Cuando llegaron al parque vieron a Michi sentado debajo de un árbol llorando desconsoladamente.
"¡Michi! ¡Estás aquí! ¿Estás bien?" preguntó Mari mientras lo abrazaba fuertemente. "Sí, estoy bien ahora. Pero me perdí y no sabía cómo volver a casa", respondió Michi con lágrimas en los ojos.
Mari le explicó que siempre debería estar cerca de su hogar y nunca alejarse demasiado sin ella. Le prometió que siempre estaría allí para protegerlo y cuidarlo. A partir de ese día, Michi aprendió una valiosa lección sobre la importancia del hogar y el amor incondicional de Mari.
Agradecido por todo lo que había hecho por él, decidió ser un gato más responsable y siempre estar cerca de su hogar. Desde entonces vivieron felices juntos, jugando todos los días y disfrutando del amor mutuo.
Y cada vez que Michi veía a alguien perdido en la calle, les recordaba la importancia del hogar y el amor verdadero.
FIN.