El hogar del pino amigo


Había una vez una familia de topos que vivía en un bonito campo rodeado de árboles y flores. Siempre estaban ocupados cavando túneles y buscando comida para su familia.

Un día, mientras exploraban el campo, encontraron un pino alto y majestuoso. - ¡Miren qué árbol tan grande! -dijo la mamá topo-.

¿Qué les parece si hacemos nuestra casa aquí? Pero el pino no estaba muy contento con la idea:- Lo siento mucho, pero este es mi hogar y no puedo permitir que construyan su casa aquí. Además, necesito mis raíces para crecer fuerte y saludable. La familia topo se sintió triste al escuchar esto, pero entendieron las razones del pino.

Sin embargo, no querían renunciar a encontrar un nuevo hogar. - No te preocupes -dijo papá topo-. Seguro encontraremos otro lugar donde establecernos. Así que continuaron buscando hasta que encontraron una pequeña colina cerca del río. Allí decidieron construir su nueva casa subterránea.

Los días pasaban tranquilos para la familia topo en su nuevo hogar hasta que llegó una gran tormenta. La lluvia era tan fuerte que comenzó a inundar los túneles subterráneos de la casa de los topos.

- ¡Estamos en problemas! -exclamó mamá topo-. Si no hacemos algo pronto, nos ahogaremos todos. Fue entonces cuando recordaron al pino alto y fuerte que habían encontrado antes. Tal vez él podría ayudarlos a salir de esta difícil situación.

Sin pensarlo dos veces, salieron corriendo hacia el pino y le explicaron lo que estaba sucediendo. - Por favor, ¿podrías ayudarnos? -le suplicó papá topo-. Necesitamos un lugar seguro donde vivir. El pino entendió la situación y decidió ayudarlos.

Con sus raíces fuertes y profundas, comenzó a absorber el agua del suelo para evitar que los túneles se inundaran más. Poco a poco, la lluvia fue disminuyendo hasta que finalmente paró.

La familia topo estaba muy agradecida con el pino por haberlos salvado de la inundación. - Muchas gracias por tu ayuda -dijo mamá topo-. No sabemos cómo podríamos habernos salvado sin ti. - De nada -respondió el pino-. Siempre es bueno ayudar a quienes lo necesitan.

Y si alguna vez vuelven a tener problemas, no duden en pedirme ayuda nuevamente. La familia topo regresó felizmente a su hogar subterráneo, sintiéndose más seguros y protegidos gracias al árbol amigo que habían encontrado.

Desde ese día en adelante, siempre recordaron la importancia de respetar la naturaleza y estar dispuestos a ayudarse mutuamente en momentos difíciles.

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