El hogar en las montañas



Había una vez un joven llamado Emilio Suiza que vivía en la ciudad. A pesar de tener todo lo que necesitaba, Emilio siempre se sentía insatisfecho y aburrido.

Un día, mientras caminaba por el parque, vio un cartel que anunciaba una expedición a las montañas cercanas. Emilio no había estado nunca en las montañas y sintió curiosidad por aventurarse allí. Así que decidió apuntarse a la expedición y comenzar su viaje hacia lo desconocido.

Durante varios días, Emilio caminó por senderos empinados y escarpados hasta llegar a la cima de la montaña más alta. Allí encontró un pequeño pueblo donde todos los habitantes vivían en casas construidas con madera y piedra.

Emilio se sorprendió al ver cómo estos habitantes estaban tan contentos con sus simples hogares en medio de la naturaleza. Decidió quedarse allí durante unos días para aprender más sobre su estilo de vida.

Uno de los habitantes del pueblo se acercó a él y le preguntó: "¿Qué te trae aquí?". Emilio explicó que estaba cansado de la vida urbana y quería experimentar algo nuevo. El hombre le respondió: "Bienvenido entonces. Aquí encontrarás lo que buscas".

Emilio comenzó a ayudar en el pueblo haciendo diferentes tareas como recolectar frutas, cortar madera o cuidar animales. Pronto aprendió mucho sobre la vida sencilla pero satisfactoria que llevaban los habitantes del pueblo.

Un día, mientras trabajaba junto al río, Emilio se dio cuenta de algo muy importante: "¡Quiero vivir aquí para siempre! Me encanta esta vida en la montaña". Sin embargo, Emilio no tenía una casa donde quedarse. Así que decidió construir su propia casa.

Comenzó a buscar materiales y herramientas para construir su hogar. Los habitantes del pueblo lo ayudaron en todo lo que necesitaba y juntos construyeron una hermosa casa de madera con un gran jardín alrededor.

Emilio estaba muy feliz con su nueva vida en la montaña. Había encontrado la felicidad en las cosas simples de la vida y se había dado cuenta de que no necesitaba mucho para ser feliz.

Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró a un grupo de jóvenes que parecían perdidos. Les preguntó si necesitaban ayuda y ellos le respondieron: "Sí, estamos buscando nuestro camino hacia el pueblo". Emilio los llevó hasta allí y les explicó cómo era la vida en la montaña.

Los jóvenes se sorprendieron al ver lo felices que eran los habitantes del pueblo sin tener muchas cosas materiales. "¡Quiero quedarme aquí también!", dijo uno de los jóvenes. Emilio sonrió y les dijo: "Bienvenidos a todos".

Así fue como Emilio Suiza encontró su lugar en el mundo gracias a las montañas, el pueblo y la amistad.

FIN.

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