El hogar que encontramos
Prince era un perro viejito y Mia una pequeña gatita. Ambos vivían en una hermosa casa con una familia amorosa. Pero un día, sus dueños decidieron llevarlos a pasear al campo y allí los abandonaron.
Ambos animalitos se sintieron muy tristes y asustados. No entendían por qué sus dueños los habían dejado. Pasaron días buscando comida y un lugar donde refugiarse del frío. Pero la suerte les sonrió cuando una familia los encontró.
Los llevó a su hogar y los cuidó con mucho amor. Prince y Mia encontraron un nuevo hogar, donde tenían comida, agua y cariño. La familia les enseñó que el abandono no era culpa de ellos, que merecían ser amados siempre.
Juntos, vivieron muchas aventuras y se convirtieron en los mejores amigos. A partir de ese momento, Prince y Mia supieron que el amor y la lealtad no tienen edad ni raza, y que siempre hay un hogar para aquellos que lo necesitan.
FIN.