El Hombre de la Montaña



Había una vez, en lo más alto de la sierra, un hombre sabio y bondadoso que vivía en armonía con la naturaleza. Su nombre era Inti, que en quechua significa 'sol'. Inti era miembro de la comunidad indígena que habitaba las montañas desde tiempos inmemoriales. Él conocía cada sendero, cada árbol y cada animal, y cuidaba de ellos como a su propia familia.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Inti vio a un niño solitario que miraba con asombro el paisaje. El niño se llamaba Kusi, que en quechua significa 'alegría', y había perdido su camino. Al verlo, Inti comprendió que el niño necesitaba ayuda. - ¿Estás perdido, pequeño? - le preguntó Inti con suavidad.

Kusi asintió con tristeza. - Sí, no sé cómo regresar a mi comunidad -respondió con timidez.

- No te preocupes, yo te ayudaré. Vamos juntos -dijo Inti con una sonrisa amable.

Así, comenzó la aventura de Inti y Kusi. Mientras caminaban, Inti le enseñaba al niño todos los secretos de la naturaleza: cómo escuchar el susurro del viento, cómo distinguir las plantas medicinales y cómo respetar a los animales que compartían su hogar. A lo largo del camino, Inti le contaba historias de su pueblo, transmitiéndole la sabiduría ancestral que había sido pasada de generación en generación.

Con el tiempo, Kusi se maravillaba más y más con la vida en la montaña. Aprendió a reconocer las constelaciones en el cielo, a respetar la Pachamama (Madre Tierra) y a agradecer por cada regalo que esta le ofrecía. Inti, por su parte, estaba feliz de compartir sus conocimientos con el niño y de verlo crecer en armonía con su entorno.

Poco a poco, Kusi y Inti se convirtieron en inseparables. Juntos exploraban el bosque, construían huellas (pequeñas casas) con ramas y hojas, y disfrutaban de las historias alrededor del fuego. El niño había encontrado en Inti un guía y un amigo, y el hombre había descubierto en Kusi la esperanza de perpetuar la sabiduría de su pueblo.

Un día, mientras recogían frutas silvestres, Kusi le preguntó a Inti: - ¿Por qué estás tan conectado con la naturaleza? ¿Por qué es tan importante para ti?

Inti sonrió con benevolencia y le respondió: - Porque la naturaleza es parte de mí, al igual que tú eres parte de tu comunidad. Nuestro pueblo siempre ha sabido que somos uno con la tierra, el agua y el cielo. Escuchar y cuidar la naturaleza es parte de nuestro buen vivir, de vivir en armonía con todo lo que nos rodea.

Con el tiempo, Kusi recuperó la confianza y el brillo en sus ojos. Había encontrado un nuevo propósito en su vida: ser un protector de la naturaleza y un portador de la sabiduría de su pueblo. Juntos, Inti y Kusi regresaron a la comunidad indígena, donde el niño fue recibido con alegría y gratitud.

Desde ese día, Kusi asumió su rol como guardián de la naturaleza y compartió con su pueblo todo lo que había aprendido junto a Inti. Los años pasaron, pero la amistad y el amor por la naturaleza permanecieron intactos en sus corazones, trascendiendo generaciones y uniendo al pueblo en un vínculo eterno con la tierra.

Y así, la sabiduría de Inti y la alegría de Kusi guiaron a su comunidad hacia un futuro de armonía y respeto por la naturaleza, recordándoles siempre que la tierra no les pertenece, sino que ellos pertenecen a la tierra.

FIN.

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