El hombrecito y la casa-hacienda


Había una vez un hombrecito llamado Tito que trabajaba como siervo en la casa-hacienda del patrón. A pesar de ser un trabajo duro y poco valorado, Tito siempre mantenía una actitud positiva y una sonrisa en el rostro.

Un día, mientras realizaba sus labores, Tito descubrió un antiguo libro en el desván de la casa. El libro estaba lleno de historias y enseñanzas sobre el valor del trabajo, la amistad y la perseverancia.

Inspirado por las lecciones del libro, Tito decidió hacer su trabajo con aún más entusiasmo y dedicación. Con el tiempo, su actitud positiva y su capacidad para resolver problemas llamaron la atención de todos en la casa-hacienda, incluido el patrón.

Impresionado por la actitud de Tito, el patrón decidió recompensarlo, dándole la oportunidad de estudiar y convertirse en un mayordomo respetado. Tito demostró que, a pesar de las dificultades, con esfuerzo y determinación se puede alcanzar el éxito.

Desde entonces, Tito se convirtió en un ejemplo para todos, mostrando que la actitud positiva y el trabajo duro siempre traen recompensas.

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