El Hospital de los Valientes



Había una vez un hospital llamado "Sana y Salva", donde todos los pacientes ingresaban para recibir atención médica de calidad.

En este hospital, la seguridad del paciente era lo más importante, y todos los doctores y enfermeras trabajaban arduamente para cumplir con la ley 1438 de 2011, que promovía la protección y cuidado de quienes se encontraban en su cuidado. En el hospital vivían dos personajes muy especiales: el Doctor Cuidadoso y la Enfermera Valiente.

Ellos eran los encargados de enseñar a los niños sobre la importancia de mantenerse seguros mientras recibían tratamiento médico. Un día soleado, llegó al hospital un niño llamado Mateo. Tenía miedo porque nunca antes había estado en un lugar así.

Pero el Doctor Cuidadoso lo recibió con una sonrisa amable y le explicó que estaban allí para ayudarlo a sentirse mejor. "Hola, Mateo. Soy el Doctor Cuidadoso. ¿Cómo te sientes hoy?"- preguntó amablemente.

Mateo miró al doctor con timidez y respondió: "Tengo miedo". El doctor comprendió cómo se sentía Mateo e intentó tranquilizarlo: "No te preocupes, aquí estarás seguro. Cumplimos con todas las normas establecidas por la ley 1438 de 2011 para protegerte".

A medida que pasaba el tiempo, Mateo comenzó a confiar en el Doctor Cuidadoso y se sintió más tranquilo en el hospital. Pero un día ocurrió algo inesperado: una tormenta fuerte azotó la ciudad y causó daños en Sana y Salva.

El nudo de la historia se presentó cuando las luces del hospital se apagaron y los pacientes quedaron en penumbras. El Doctor Cuidadoso y la Enfermera Valiente tuvieron que actuar rápidamente para garantizar la seguridad de todos.

"¡Tenemos que evacuar el hospital!"- exclamó la Enfermera Valiente, sin perder su valentía. El Doctor Cuidadoso asintió y comenzaron a guiar a los niños hacia una zona segura fuera del hospital, siguiendo el plan de emergencia establecido por la ley 1438 de 2011.

Mientras caminaban por los pasillos oscuros, Mateo sintió miedo nuevamente. Pero esta vez, el Doctor Cuidadoso le habló con calma: "Tranquilo, Mateo. Estamos siguiendo todas las medidas de seguridad para protegerte. Pronto estaremos a salvo".

Finalmente, lograron salir del hospital y refugiarse en un lugar seguro hasta que el personal del hospital pudo restablecer el orden.

Después de ese incidente, Mateo comprendió aún más la importancia de seguir las normas establecidas por la ley 1438 de 2011 para garantizar su seguridad en cualquier situación médica. Pasaron los días y Sana y Salva volvió a funcionar con normalidad.

Los doctores y enfermeras continuaron trabajando arduamente para cuidar a sus pacientes, siempre recordándoles sobre la importancia de mantenerse seguros mientras recibían tratamiento médico. Mateo aprendió muchas cosas durante su estadía en el hospital "Sana y Salva". Aprendió que siempre había alguien dispuesto a cuidarlo y protegerlo.

Y más importante aún, aprendió que su seguridad era una prioridad para todos en el hospital. El desenlace de la historia llegó cuando Mateo, finalmente sano y salvo, se despidió del Doctor Cuidadoso y la Enfermera Valiente con una sonrisa agradecida.

Sabía que siempre recordaría las lecciones sobre seguridad del paciente que había aprendido en ese lugar especial. Y así, gracias a la ley 1438 de 2011 y al compromiso del personal médico, Mateo pudo regresar a casa sabiendo que siempre estaría seguro cuando necesitara atención médica.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!