El Hotel de los Misterios



Era un día soleado en la ciudad de Buenos Aires cuando un chico llamado Lucas decidió explorar el misterioso hotel abandonado que se encontraba a las afueras del barrio. Cuentos de terror rodeaban al lugar, pero su curiosidad superaba su miedo.

"¿Qué será lo que hay adentro?", se preguntó, mientras se acercaba a la entrada cubierta de enredaderas.

Al entrar, sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Las paredes estaban cubiertas de polvo y telarañas, y el eco de sus pasos resonaba como una melodía olvidada. Pero, a medida que avanzaba, Lucas descubrió que este hotel no era un lugar como cualquier otro. De repente, una sombra pasó velozmente frente a él.

"¡¿Quién está ahí? !" - gritó, con el corazón a mil por hora.

Una figura alta y delgada, con ojos brillantes, apareció ante él. Era Seek, un extraño ser que parecía saber lo que Lucas pensaba.

"No temas, joven aventurero. Soy Seek, y estoy aquí para guiarte en esta aventura. Este hotel está lleno de sorpresas, pero también de desafíos", dijo con una voz profunda.

Lucas, sorprendido y emocionado, decidió seguirlo. Pronto se encontraron con otro monstruo, un ser llamado Rush, que corría de un lado a otro.

"¡Apúrate, Lucas! Cada segundo cuenta!", gritó Rush, saltando y moviéndose de forma frenética.

"¿A dónde debemos ir?" - preguntó Lucas mientras intentaba seguir el ritmo del monstruo.

"Debemos encontrar la llave del hotel antes de que Ambush nos alcance. Se esconde en la habitación más oscura de aquí!" - explicó Seek, mientras se adentraban en un pasillo largo y tenebroso.

"¿Y quién es Ambush?" - preguntó Lucas, sintiendo que el tiempo se aceleraba.

"Es un ser que aparece de repente, y si te atrapa, ¡perderás!", respondió Rush con preocupación.

Lucas sintió un nudo en el estómago. Pero decidió que no se rendiría. Con la ayuda de Seek y Rush, comenzó a buscar la habitación más oscura. Juntos, tenían que resolver acertijos y superar obstáculos.

Finalmente, llegaron a una puerta desgastada, cubierta de sombras. Lucas tomó una profunda respiración y la abrió lentamente. Adentro, encontró un cofre antiguo lleno de polvo y telarañas, con una brillante llave dorada.

"¡La encontré!" - gritó Lucas, levantando la llave del cofre.

Pero de repente, escucharon un ruido aterrador. Ambush estaba cerca. Justo a tiempo, Seek les mostró un camino por el que podían escapar.

"¡Corran! No miren atrás!", exclamó Seeking, mientras todos corrían lo más rápido que podían.

Lucas sentía su corazón latiendo con fuerza, pero sabía que tenía que llegar a la salida. En su camino, enfrentaron varios retos, pero juntos lograron superarlos, creando un fuerte lazo de amistad. Finalmente, cuando estaban a punto de ser alcanzados, Lucas con valentía usó la llave en la puerta de salida mientras Rush y Seek lo apoyaban.

"¡Ahora!", dijo Lucas y abrió la puerta justo a tiempo.

Al salir, el aire fresco los envolvió, y se dieron cuenta de que habían vencido a Ambush al trabajar en equipo. Lucas sonrió, sintiendo una gran satisfacción.

"Gracias a ustedes, aprendí que es mejor no estar solo en las aventuras. La amistad puede conquistar cualquier miedo", dijo con gratitud.

Seek y Rush sonrieron.

"Siempre estaremos aquí para ayudarte, Lucas. Nunca dejes que el miedo te detenga", respondieron juntos.

Desde ese día, Lucas entendió que las aventuras eran mucho más emocionantes cuando se compartían con amigos, y que el verdadero valor estaba en enfrentar los retos juntos. Y así, el hotel abandonado ya no fue solo un lugar misterioso, sino un símbolo de valentía y amistad.

Lucas salió del hotel convirtiéndose en un narrador de su propia historia, contando a otros sobre su increíble aventura con los monstruos. |

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!