El hotel encantado


Había una vez una niña llamada Camila que era muy valiente y siempre estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío. Tenía una amiga llamada Sofía, quien era todo lo contrario: tenía miedo de casi todo, especialmente de los fantasmas.

Un día, las dos amigas decidieron irse de vacaciones juntas a un antiguo hotel en medio del campo. Aunque el lugar parecía tranquilo durante el día, por la noche se escuchaban extraños ruidos provenientes del sótano.

Sofía estaba asustada y no quería quedarse en ese hotel embrujado. Pero Camila, con su valentía característica, decidió investigar qué estaba sucediendo para ayudar a su amiga. Las dos niñas comenzaron a explorar el hotel en busca de pistas sobre los ruidos misteriosos.

Mientras buscaban por los pasillos oscuros, escucharon un fuerte golpe proveniente del piso de arriba. "¡Ay! ¿Escuchaste eso?" -preguntó Sofía temblando de miedo.

Camila la tomó de la mano y le dijo: "Tranquila Sofi, seguro hay una explicación lógica para todo esto. Vamos a averiguarlo juntas". Decidieron subir las escaleras hasta llegar al último piso donde encontraron una habitación cerrada con llave.

Las niñas se miraron entre sí y sin pensarlo dos veces buscaron la manera de entrar. Dentro descubrieron que había un viejo piano cubierto de polvo y telarañas.

Decidieron tocar algunas notas y fue entonces cuando vieron algo increíble: ¡los fantasmas aparecieron! Pero para sorpresa de las niñas, los fantasmas no eran aterradores, sino amigables y divertidos. Resultó que eran antiguos músicos que habían vivido en el hotel hace muchos años y estaban atrapados allí.

Los fantasmas les explicaron que los ruidos extraños provenían del sótano porque había un problema con la cañería del agua. Asustaban a todos para intentar llamar la atención y pedir ayuda. Camila y Sofía se dieron cuenta de que estos fantasmas necesitaban su ayuda.

Decidieron buscar al dueño del hotel para contarle lo que estaba pasando e intentar resolver el problema de la cañería. Después de hablar con el dueño, las niñas organizaron una gran fiesta en honor a los fantasmas músicos.

Invitaron a toda la gente del pueblo, quienes quedaron fascinados al conocer a los amigables espectros. Gracias a la valentía y determinación de Camila, junto con la superación del miedo de Sofía, lograron ayudar a los fantasmas y convertir ese antiguo hotel en un lugar lleno de alegría y música.

Desde aquel día, Camila se convirtió en una heroína local conocida por su valentía y amor hacia los demás. Y Sofía aprendió que enfrentar sus miedos puede llevarla a vivir aventuras inolvidables.

Así termina esta historia llena de amistad, superación personal y magia. Nos enseña que podemos encontrar soluciones incluso en situaciones difíciles si tenemos el coraje suficiente para enfrentar nuestros miedos.

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